EL MAPA DE AMÉRICA EN TIEMPOS DE CARLOS III 173 Revista de Historia Militar, 124 (2018), pp. 173-208. ISSN: 0482-5748 En regiones interiores En general, han sido consideradas grandes expediciones las que ac-tuaban en equipo, con impulso oficial, con cobertura y apoyo suficientes y con medios técnicos avanzados y por protagonistas cuya preparación era idónea en varias materias que resultaban complementarias. Pero además, tuvieron lugar otros viajes o expediciones que resultaron no menos signifi-cativas pero que fueron ejecutadas por personajes que, por lo general, ca-recían de las cualidades que acaban de ser enunciadas, sin tanto notoriedad social, sin tanta repercusión en Compañías, Academias y Cortes, al menos, hasta transcurridos lustros y conocerse de sus aportaciones; sus protagonis-tas tenían otros métodos, diferentes objetivos, distinta preparación, escaso apoyo oficial o hasta vistos con desidia, actuaban en grupos reducidos, en ocasiones, hasta la mínima expresión, con autonomía, autosuficiencia, con fragilidad, con riesgo extremo que les llevó, en su mentalidad, al martirio29 cuando encontraron una oposición indígena tan violenta que hizo desapare-cer sus asentamientos; y sin embargo sus resultados fueron apreciables por sus aportaciones políticas, culturales, geográficas y también cartográficas, tan útiles para su Orden (religiosa) e igualmente válido para los círculos políticos de la Corona o sus autoridades delegadas y que, además, también podía ofrecer otras aplicaciones. Actuaban sobre territorios de frontera poco hospitalaria, escasamente poblada, árida o selvática, gélida, húmeda, nociva y hasta peligrosa, como espacios en la montaña peruana en donde, además, podía enfrentarse a otros europeos mejor armados que disponían de acceso fácil y soporte gubernati-vo, en oposición a la indiferencia del gobierno virreinal; así, por ejemplo, el conde de Superunda, Virrey del Perú (1745-1761), expresó su pensamien-to, al respecto, con nitidez: “Los países no conquistados son unas selvas y montañas de difícil tránsito y los llanos muy húmedos, cenagosos y ardien-tes, por lo que no pueden mantenerse los españoles. Las naciones que allí habitan son bárbaras... Reducirlos por las armas se ha tenido siempre por imposible; respecto que con mudarse de un lugar a otro e internarse en lo más espeso de la montaña... quedan frustradas las diligencias, perdidos los dro Malaspina y José Bustamante Guerra, efectuaron un proyecto de viaje científico político alrededor del mundo, 1788, Espinosa y Tello (P. CUESTA: José Espinosa y Tello y su apor-tación a la Historia de la Hidrografía. UCM, Madrid 1993; de la misma: “José Espinosa y Tello y su obra cartográfica”. Milicia y sociedad en la Baja Andalucía (XVIII-XIX): 235-261. Sevilla 1988 1989. 29 Que, por ejemplo, aparecen gráficamente en algunos mapas, como el de Soler (fig. 3) o el de Villanueva y Amich (fig. 4).
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