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«Era un oficial de caballería como creo que debe ser en ese cuerpo un joven oficial: vivo, audaz, con un leve toque de frivolidad ante el peligro, siempre jaranero y algo desenvuelto» 20  /  Revista Ejército nº 934 • enero/febrero 2019 Victorias frustradas. VON MANSTEIN Juan Bustamante Alonso-Pimentel Coronel. Caballería. DEM EL MANDO Y EL HOMBRE DEL TIEMPO En este original artículo, no exento de agudeza y buen humor, el autor se plantea las dificultades que, para la toma de decisiones, supone el exceso de información, a menudo poco transcendental pero suficiente para distraer y sobrecargar al mando y sus auxiliares innecesariamente. No sé qué tiempo va a hacer mañana. Me ha llegado la información en repetidas ocasiones, pero con tanto ruido he terminado por desviarme y perder el mensaje. Veo al hombre del tiempo por una cuestión de interés, leve, porque forma parte del final de los informativos y por una cuestión de tradición: mi padre, que lleva 70 años anclado a las predicciones meteorológicas. Cuando mi padre escucha y ve al hombre o a la mujer del tiempo, lo hace con atención. Quizá más a la segunda que al primero. Mira y escucha los datos que le pueda proporcionar el análisis técnico. Se suceden en la pantalla mapas de distintos colores, con efectos cronológicos dinámicos del pasado reciente y del futuro inmediato, nubes que evolucionan al tiempo que cambian su color y sus respectivas intensidades. Al mapa de pluviometría le sigue el térmico, y a este, el de los vientos, oleajes y marejadas de mañana, pasado y al otro. Vienen luego las fotos de espontáneos a la caza del minuto de gloria. Fotos de cúmulos y nimbos, pedriscos o amaneceres idílicos (cuando no cursis) y se redondea el bombardeo informativo con aspectos pormenorizados de lugares recónditos, villas y villorrios ad maiorem gloria de su decreciente población. Datos, datos… Otrora, Paco Montesdeoca o Mariano Medina nos contaban, le contaban a mi padre, la previsión en formato plisplás. Hoy, mañana, temperatura, lluvias y dos mapas con un sol de El arte operacional se basa en la creatividad y la innovación quitaipón. Se acabó. Luego quizá no era muy precisa y sus errores constituían la mofa de media España, pero mi padre creía saber perfectamente el tiempo que iba a hacer y actuaba en consecuencia: a cuerpo gentil o con gabardina, esperanzas o decepciones para el campo, lluvias copiosas o pertinaz sequía. La información escueta y precisa le permitía tomar una decisión firme e indubitable para evitar un resfriado.


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