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43 que el obstáculo es de naturaleza tal que las operaciones embarcadas son prácticamente imposibles. La práctica habitual es el despliegue de unidades de infantería ligera que principalmente conducen combate cercano». Las características principales4 de l combate en bosque lo separan en algunos aspectos relevantes del combate convencional. La manio‑bra está basada normalmente en despliegues de pequeñas unidades, ya que, debido a la excelente oculta‑ción, existen mayores oportunidades de flanquear, infiltrarse y realizar emboscadas, por lo que una fuerza de pequeña entidad puede tener una desproporcionada influencia en el resultado de las operaciones en relación con su tamaño. El mando y control es un factor decisivo, dado que el planeamiento en detalle en este tipo de ambiente es más difícil debido a que el conoci‑miento del terreno y de la disposición de las fuerzas enemigas será normal‑mente incompleto. La organización inicial debe ser apropiada para toda la operación, de tal forma que los cambios durante el transcurso de la acción táctica sean escasos. Los bosques provocan que la reorganización de las unida‑des durante el combate sea difícil y que se requiera mucho tiempo para realizarla. Durante el combate, la capacidad del jefe de ejercer el control está más restringida que en otros entornos, por lo que los mandos subordinados deberán realizar sus acciones con mayor iniciativa. El enlace y las comunicaciones serán más difíciles y requerirán más me‑dios que en terrenos despejados. Las medidas de coordinación, tanto en ofensiva como en defensiva, adquie‑ren una importancia mayor que en otro tipo de ambientes. En este ambiente, la limitada capa‑cidad de obtención de inteligencia, dadas las dificultades en la vigilan‑cia, en los movimientos tácticos y en la coordinación de las acciones a realizar, obligará a un mayor uso de aquellos órganos no específicos de inteligencia para las tareas de obtención, así como al refuerzo de las pequeñas unidades con me‑dios de vigilancia y, en su caso, de reconocimiento. Sin embargo, los re‑conocimientos de patrullas de com‑bate especializadas en este ambiente se ven favorecidos por las posibilida‑des de infiltración y exfiltración. Tanto para las pequeñas como para las grandes unidades, la inteligencia de fuentes humanas (HUMINT) será fun‑damental por la dificultad de realizar reconocimientos aéreos, labores de vigilancia y localización de objetivos con medios técnicos. Los trabajos de movilidad y contra‑movilidad serán mayores que en te‑rreno abierto, ya que el dominio de la escasa red de carreteras y pistas será uno de los cometidos fundamentales. El despliegue de los apoyos de fuego estará limitado por la naturaleza del terreno, por la carencia de posicio‑nes de tiro y de vigilancia y por la dificultad de localización de objetivos y de la observación del fuego. El bloqueo de las rutas principales puede provocar problemas logísticos más graves que en terrenos despe‑jados. Será frecuente acumular más cantidad de recursos de todas las clases que lo habitual en otro tipo de ambiente, situar órganos logísticos más a vanguardia o destacar centros de entrega sobre ruedas. «Durante la Segunda Guerra Mundial, el bosque fue nuevamente un terreno decisivo en Europa» El Campo de Maniobras y Tiro de Parga (Lugo) es la infraestructura principal de adiestramiento para el Combate en Bosque en España


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