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Florida celebra su quinto centenario 63 sin embargo, aparece en todos los museos norteamericanos como el gran héroe y la gran nación que ayudó a la independencia. En definitiva, la mayor parte de las visiones generales de la historia de Estados Unidos dan la clara impresión de que los ingleses y los norteamericanos anglosajones se dispersaron al oeste, la conquista del oeste, y al sur por tierras despobladas, no colonizadas y solo pobladas por algunos «salvajes». Quizá se sorprendieron al encontrar al famoso jefe de los apaches chiricaguas, llamado Jerónimo, como el santo del día en que se bautizó, que hablaba y escribía en castellano, aunque hay otras versiones de ese hecho. Supongo que se sorprenderían también cuando en las conversaciones de paz entre Jerónimo y el representante del Congreso Norteamericano el intérprete lo era de inglés español. Actualmente, en una base del Ejército norteamericano, Fort Hill, donde murió alcoholizado y confinado en 1909, hay una estatua en memoria del famoso jefe indio. En Alabama, Florida, Georgia, Las Carolinas, Virginia y Tennessee se desvanecieron casi todos los vestigios de la presencia española entre los siglos xvi y xvii. En 1979, las ruinas de Santa Elena, fundada en 1566, permanecían sepultadas cerca del hoyo 8 de l campo de golf de la infantería de marina en la isla de Parrish, en Carolina del Sur. Las ruinas de San Miguel, asentamiento que fue fundado en la costa del Atlántico en 1526, después de San Agustín, y abandonado posteriormente, aún eluden a los historiadores. Treinta y siete años antes de que los ingleses se establecieran en Jamestown, los jesuitas habían establecido una misión en ese sitio en 1570. La idea asumida por algunos historiadores que aceptaban la evidencia de la presencia de España en esos territorios de que los españoles exploraban, pero no colonizaban o permanecían en los asentamientos no es sino una burda patraña. Aunque claro está, algunos de ellos se fundaron, pero fueron insostenibles en el tiempo, por lo que se cerraron. En definitiva, como escribió Walt Whitman en 1883: «Realmente, los norteamericanos tenemos que conocer nuestros propios antecedentes …. Hasta ahora, influidos por los escritores y los maestros de Nueva Inglaterra, nos hemos entregado tácitamente a la idea de que nuestros Estados Unidos fueron solo moldeados desde las islas británicas, lo que constituye un gravísimo error histórico». Errores que se están poco a poco corrigiendo a la vista del cada vez mayor interés en conocer la verdadera historia de los antecedentes de los Estados Unidos, particularmente desde el siglo xvi al xviii, y al esfuerzo de algunos españoles que viven y trabajan en los EE. UU. Sirvan estas letras para despejar de falsas percepciones a aquellos interesados por la verdadera historia, y no la manipulada por intereses espurios.■


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