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EL TENIENTE GENERAL JOSÉ DE ROJAS Y RECAÑO ANGULO, PRIMER CAPITÁN... la que deben construirse dos galeotas con referencia al gálibo de las nombradas napolitanas, «para que puedan navegar el 1 de junio próximo», según los planos proyectados por el ingeniero director, don José Romero. Pero la estancia de Romero en Cartagena no se prolongará mucho tiempo pues, tras la botadura del navío San Ildefonso, una real orden de 21 de enero le había concedido «licencia sin limitación a este oficial para que pueda pasar a la ciudad de Sevilla a recobrar su salud» ya que, como informaba el capitán general, precisa descansar al menos dos años, pues su cabeza «pueda pasar o toca en melancolía» después de haber pasado una grave perlesía y de recibir los cuidados de los frailes en el convento de San Diego. La comandancia de ingenieros del arsenal quedará a cargo del capitán de navío e ingeniero en jefe Joaquín Ibarguen, a quien también se dio licencia para «recobrar su salud» en Lorca, siendo relevado por el capitán de fragata e ingeniero en segundo Fernando Sede. Notable es también en esta época la eficacia conseguida con las nuevas bombas de fuego que en 1785 diseñara Sánchez Bort, a pesar de su fallecimiento el 31 de agosto de ese mismo año, pues el maestro mayor Antonio Delgado y su sobrino Juan Antonio Delgado asumieron la tarea de finalizar su construcción en Cádiz, bajo la dirección del ingeniero de Marina Tomás Muñoz, una vez decidido por real orden en octubre. La nueva bomba asignada a los diques de Cartagena ya funciona en mayo de 1787 y logra extraer 198 arrobas de agua por minuto, el doble que la antigua, merced a su cilindro, que mide 2 pies de diámetro y 7 de altura, con el mismo número de pistonadas. Por otro lado, su entretenimiento diario en jornales, leña de astillas del arsenal y reparos asciende 236 reales, lo que proporciona un ahorro 1.917 reales respecto de las 20 bombas de cadena que auxiliaban a la de fuego para mantener en seco el dique, con lo que en menos de cinco meses el Estado se resarcirá de los 278.433 que ha costado dicha máquina (20). Romero no regresará a Cartagena para inspeccionar el departamento hasta septiembre de 1790, ya como jefe de escuadra y en su calidad de ingeniero general (21), época en la que, para cumplimentar lo mandado en la real orden de 24 de septiembre, y según lo acordado en la sesión de 30 del mismo, presenta a la junta las copias del plano de la fragata proyectada por el capitán de navío Julián Martín de Retamosa, destinado en la Secretaría de Estado y del Despacho de Marina como oficial segundo, que se ha de construir en Mahón una vez concluida la Esmeralda (22). (20)  Gaceta de Madrid núm. 40, de 18 de mayo de 1787. (21)  ANC, LAJD. t. 16, sesión de 9 de septiembre de 1790. (22)  Ibídem, sesión de 31 de enero de 1791. La Esmeralda es la primera de la serie de las fragatas llamadas «mahonesas», y Retamosa se encontraba destinado por entonces en la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Marina, donde desde hacía muchos años venía dando rienda suelta a su vocación de diseñador de buques. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 43


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