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Luis MOLLÁ AYUSO MOTINES (RE) NTIGUAMENTE la vida en la mar estaba revestida de una dureza extraordinaria y de una disciplina férrea. Las comodidades no existían, los marineros apenas tenían tiempo para descansar y cuando podían hacerlo tenían que echarse a dormir en cualquier sitio, en el mejor de los casos sobre una esterilla infectada de piojos, rodeados las más de las veces por animales de corral, ratas, cucarachas y chinches. La alimentación era mala, lo mismo que el agua, y generalmente ambas resultaban insuficientes. Cuando el tiempo empeoraba se hacinaban en las bodegas, donde los olores eran nauseabundos debido al agua podrida que rezumaba la madera, a la inexistente higiene personal de los propios marineros y en muchas ocasiones a sus vómitos y defecaciones. Los juegos estaban prohibidos porque habitualmente terminaban en peleas; la sodomía podía castigarse con la muerte y la blasfemia atravesando la lengua del blasfemo con un hierro candente. Revestidos de gran autoridad, los capitanes solían aislarse de sus hombres para ejercer su profesión, muchas veces al objeto de no involucrarse en sus vidas para no dar cabida a las emociones a la hora de tomar decisiones, lo que podía llegar a situaciones límite en buques de combate cuando se producían bajas. El principio de «la soledad del mando» puede que alcance su versión más extrema a bordo de los buques, sobre todo en tiempos pretéritos, cuando, sin ningún tipo de apoyo exterior, los capitanes estaban sometidos las 24 horas del día a la carga psicológica que acompaña inexcusablemente al peso de la toma de decisiones. Estas condiciones de agotamiento mental podían conducirles a situaciones cercanas a la paranoia y, al mismo tiempo, a deteriorar la lealtad de los subordinados hasta conducirlos a una de las peores situaciones que puedan darse en la mar: el motín. A lo largo de la historia ha habido infinidad de motines en la mar, en muchos casos, sospecho, sin que hayan llegado a hacerse públicos; en cualquier caso y por razones de economía de espacio, traeré aquí solo los que han 2019 21


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