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HISTORIAS DE LA MAR tiendo así cerrar la escotilla desde fuera. A las 05:54 ordenó caer a Br hasta el 350º y se salió con la suya, porque a las 05:57 llamó a máquinas para comunicar el resultado (We got a nice port list) y solicitar que cesaran de trasegar lastre. Por desgracia, su «bonita» escora a Br era la suma del viento, las superficies libres de la bodega inundada… ¡y los lastres trasegados!, y ahora debía rondar los 18º; en todo caso a las 0600 la escotilla estaba cerrada, y a esa misma hora se quedaron sin propulsión. Danielle acababa de regresar al puente por propia iniciativa, y a las 06:03 comentó al capitán que en la máquina no podían oírla por teléfono porque se escuchaba el ruido de una alarma; ignorante de la avería, Davidson intentaba infructuosamente caer de nuevo a Er con 20º de caña, pero Danielle le hizo ver que se habían quedado sin RPM. Minutos después perdieron la arrancada avante, y empezaron a abatir a seis nudos en dirección SW. Ruta final Calculadora en mano, a las 06:00 todos los ocupantes de El Faro estaban muertos: la investigación del USCG señaló que la aspiración del circuito lubricante no estaba centrada sobre el «cárter», sino algo desplazada a Er, por lo que una escora a Br la hacía más vulnerable; sus cálculos indican que, con una escora a Br y el nivel de aceite que salieron de puerto, la toma se descebaba a los 18º. Reparar este desaguisado aconsejaba adrizar el buque, y adrizar el buque exigía reparar antes el desaguisado, pero la chapuza también exigía tiempo y el tiempo se les estaba acabando. Al transportar vehículos las bodegas de El Faro tenían un sistema de ventilación permanente, y sus aspiraciones y exhaustaciones daban al costado; lamentablemente, la modificación de 2005 había reducido el francobordo, dejando estas aberturas más cerca de la flotación. Las más expuestas eran precisamente las de la bodega 3, que con el compartimento parcialmente inundado, 15º de escora y un temporal deshecho podían quedar semi-sumergidas, pero todo indica que el término «escora de inundación» no era muy familiar para los oficiales de El Faro, y que los arcanos de la estabilidad residual tampoco presidían sus vidas, aunque acabaran arrebatándoselas. Según el USCG, en su última configuración y con buen tiempo el buque podía sobrevivir por pelos a la inundación de dos bodegas, pero era unlikely that the ship could survive uncontrolled flooding into even a single cargo hold with winds in excess of 70 or 80 knots. Mientras el 1.er oficial controlaba a pie de obra el achique de la bodega, el capitán esperaba en el puente la ansiada resurrección de la máquina en compañía de la 2.do oficial y el timonel; Danielle ya había conseguido «resucitar» un radar desvanecido, y ahora bromeaba acerca de unos ruidos ominosos (there goes the lawn furniture), pero el «viejo» no pisaba terreno firme (let’s hope that’s all... I’m not liking this list). Como estaba de «espontánea» a las 06:09 le preguntó si desea- 72 Enero-feb.


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