aniversario TACP fuegos de apoyo propios. Además lograr y, sobre todo, mantener la aptitud requiere de un duro curso y de una evaluaciones anuales realmente exigentes para poder cumplir con los estándares de la OTAN y tener la oportunidad de ser empleados en misiones internacionales. No se quiere dejar de remarcar el carácter universal que para los miembros del EZAPAC ha supuesto el hito de cumplir 25 años como unidad de referencia en las Fuerzas Armadas en el control aerotáctico. En la parada militar que daba inicio a estas líneas se reencontraron muchos compañeros de varias generaciones y de varias misiones que tendrán siempre un vínculo muy especial. A lo largo de los artículos anteriores hemos podido ver cómo fueron los curiosos y difíciles inicios en Bosnia, pasando por la madurez alcanzada en Afganistán y acabando (hasta el momento) en los nuevos escenarios en tierras iraquíes y en los cientos o miles de controles que se realizan anualmente como entrenamiento fuera y dentro de España. Y representantes de todos esos momentos y lugares, hoy día muchos de ellos dispersos por múltiples unidades del EA o, directamente, en la reserva, se dieron cita en Alcantarilla orgullosos de haber pertenecido a un TACP. Algunos, que ya no están con nosotros, también estuvieron presentes en nuestros pensamientos y en nuestros corazones y formaron parte también de la celebración. Nada indica a día de hoy que el idilio que encabeza este artículo tenga visos de finalizar. Es más, la evolución de los conflictos y la necesidad de asegurar de manera precisa el empleo de las aeronaves hace que la figura de un controlador siga siendo imprescindible. De hecho esta figura suele ser un requisito sine qua non para el despliegue de la fuerza en la mayoría de los teatros de operaciones, bien aislado o bien como parte de un equipo de operaciones especiales. Aunque el TACP convencional, aquel que va vehiculizado y que más se asocia al EZAPAC por los años de Bosnia y Afganistán, sigue siendo un concepto plenamente válido en apoyo, sobre todo a fuerzas regulares terrestres; en los últimos años ha surgido la figura del JTAC a pie, el cual va insertado en una operación especial y que, gracias a la evolución de la técnica, es capaz de llevar gran parte de su equipo de trabajo encima: radio, designador láser, telémetro, etc. Todo ello resulta en una gran flexibilidad y movilidad en el empleo, pues no necesita de tanto apoyo como un TACP convencional, habiendo sido ya probado con éxito en Irak en los últimos años. Aunque las tácticas, técnicas y procedimientos evolucionen, la esencia y las tradiciones perduran. Al fin y al cabo se trata de emplear las aeronaves de manera inesperada (tripuladas o no, ya se han efectuado controles terminales en el EZAPAC de estas últimas) para el enemigo y de conseguir los objetivos fijados por el mando en cualquiera de los niveles, sea táctico, operacional o estratégico. Ojalá que dentro de otros 25 años podamos volver a escribir sobre la buena salud de los TACP y celebrar de manera conveniente una nueva efeméride. n Desfile terrestre del personal del EZAPAC 202 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2019
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