LIBROS Y REVISTAS El trabajo de Alejandro Anca (Madrid, 1968) que ahora presentamos lo debemos recibir con gran satisfacción, pues por fin alguien se ha atrevido a llenar el gran hueco que España y Filipinas se merecían y se convertirá en un referente obligado para todos los interesados y estudiosos en la historia común que compartieron ambas naciones. También constataremos que dicho trabajo nos ofrece más de lo que su título anuncia, pues no arranca en 1770, sino que se inicia con una descripción general, en la que se incluyen aspectos geográficos, climáticos, demográficos, culturales, socioeconómicos, etc., para, acto seguido, extenderse en las expediciones de Magallanes-Elcano, Loaysa, Legazpi y el hallazgo por Urdaneta de la ansiada ruta del tornaviaje, y cerrando este primer capítulo, con el Galeón de Manila, la línea marítima comercial más larga de la historia, tanto en tiempo como en distancia, y que permaneció 250 años uniendo Filipinas con Nueva España. El capítulo II, se ocupa de las vicisitudes habidas hasta 1762, incluyendo, entre otros sucesos, las expediciones a Sinao, Mindanao y Formosa, pasando por los mártires de Nagasaki, los naufragios más notables, las luchas contra las piraterías japonesa, holandesa y británica, para finalizar con los gobiernos de De la Torre, Ovando y Aranda. El siguiente capítulo, el III, trata de la ocupación de Manila por los ingleses en 1762, durante la Guerra de los Siete Años. Gracias a la resistencia feroz organizada por el oidor de la Audiencia, Simón de Anda, se mantuvo confinados a los británicos en la ciudad y todos sus intentos para ocupar nuevos territorios fueron derrotados. En el capítulo IV se narran los logros de los dos gobernadores generales más notables del archipiélago: Simón de Anda, el héroe de la resistencia contra los ingleses, que inició su mandato en 1770 (un hito de suma importancia para el autor, tal como lo destaca en el título del libro), ordenando a Sagastizábal la creación de la Marina «Sutil». El otro gobernador destacado fue el capitán de navío José Basco y Vargas, quien estableció una serie de medidas para que Filipinas no tuviera que depender económicamente del llamado «real situado», una cantidad que, por orden de Felipe II, la hacienda de Nueva España remitía anualmente a las autoridades de Manila para cubrir sus necesidades (sueldos de los funcionarios, inversiones en infraestructuras, etcétera). El capítuloV trata sobre la estancia de la Escuadra de Asia, mandada por el almirante Álava, y la creación de la Comandancia Naval de Manila (1797- 1803). Los capítulos siguientes se extienden sobre la lucha contra la piratería de los «moros» de Joló, con la toma de los fuertes de Balanguingui y la ocupación de Davao. Los últimos capítulos narran las amenazas de la soberanía española en el archipiélago y acaecimientos del Apostadero previos a la guerra con los Estados Unidos, el combate de Cavite, la rendición del Arsenal, el Tratado de París y la labor de la Comisión Liquidadora. El Tomo II, el corpus documental, contiene un centenar de documentos, muchos inéditos o poco divulgados, que se inicia con los relativos a la llegada 394 Marzo
RGM_276_2_marzo_2019
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