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TEMAS GENERALES dos que los coloniales durante el conflicto de 1898 y cualquier flota moderna enemiga podía bombardearlos a placer sin oposición eficaz— (8), fue necesario plantearse seriamente su defensa con artillería moderna, normalmente piezas Munáiz-Argüelles o inglesas Vickers —Gran Bretaña, con la que manteníamos entonces buenas relaciones (9), nos iba a apoyar tecnológicamente, siendo obvio que no iríamos contra sus intereses dada nuestra escasa relevancia comparativa en el plano naval— y no fue extraño ver en nuestros puertos más importantes, desde Barcelona hasta Bilbao, revalorizar las piezas de construcción nacional relativamente recientes, como los modelos González Rueda y Munáiz-Argüelles u obuses Ordóñez, con direcciones de tiro más adecuadas, a base de buenos telémetros, planchetas de tiro o calculadoras analógicas, elementales pero eficaces para tirar con cierta precisión a mayor distancia. En lo referente a la defensa de las bases navales, el criterio era instalar piezas de grueso calibre que pudieran tirar hacia la mar y también hacia tierra (10) (resultado de las experiencias en la Primera Guerra Mundial) (11) y que obligaran a alejarse lo suficiente a una flota que estableciera un bloqueo cercano a nuestras bases (12) o puertos para que nuestras escuadras pudieran salir a la mar y desplegar al objeto de entablar combate o replegarse, si tal era su propósito. Recuerdo amargo tenía nuestra Armada de la reciente derrota de Santiago de Cuba donde, por no tener artillada la boca de (8) SCHNELL QUIERTANT, Pablo: revista Castillos de España, n.º 120, 2010, p. 46. Lo cierto es que con la aparición del HMS Dreadnought en 1906, acorazado monocalibre con piezas de 305/50 mm y bien protegido, los datos de la ecuación variaban notablemente. (9) Aparte del sempiterno contencioso de Gibraltar, aparcado de la lista de prioridades en aquel entonces, no teníamos pretensiones exageradas en política exterior, y nuestra reina Victoria era una princesa inglesa, cosa que influía favorablemente en las relaciones entre ambos países. También hay que decir que las empresas Vickers, Brown y Armstrong serían socias mayoritarias de las que se montaran en España —la SECN en Reinosa y San Fernando— para la construcción de cañones y, después, para otro material tecnológicamente avanzado (años después se creó una fábrica en Barcelona para locomotoras, vagones y material ferroviario). (10) La batería de 381/45 mm de Paloma Alta tuvo en su día, como misión secundaria, impedir el acceso a Ceuta de unidades acorazadas y mecanizadas procedentes del sur, especialmente por la angostura de Anghera. (11) Y que no tenía muy en cuenta el creciente poderío de la aviación, ya que la coraza de su carapacho, como mucho, era de una pulgada o menos, lo que hacía su protección cuestionable y solo lo era contra la metralla y proyectiles ligeros navales y las ametralladoras de los aviones, pero nada más. (12) Existían dos tipos de bloqueo: próximo, casi en la boca de los puertos a bloquear, o lejano, a bastante mayor distancia, donde se concentraba en uno o varios puntos el grueso de la flota bloqueadora, que se mantenía al corriente de la situación mediante buques de exploración (fragatas en la época de la Marina vélica, como en tiempos de Nelson con su fondeadero en el estrecho de la Magdalena, entre Córcega y Cerdeña, o cruceros en las Primera y Segunda Guerras Mundiales, contra la flota alemana, manteniéndose la Home Fleet en Scapa Flow, Firth of Forth o Islandia) para intervenir con el grueso en caso de ser necesario. 2019 229


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