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RUMBO A LA VIDA MARINA De izquierda a derecha: percebes (foto de Juan Carlos Epifanio), balanos y fruto en glande (bellota) de una encina (fotos del autor), volcancitos, pequeños castilletes. ¿Hay algo que se parezca más a un balano que un glande? Y para terminar una pequeña coña marinera con intención semántica y sin ánimo de escandalizar al personal, ¡jejeje! Unos de los cirrípedos que acabamos de tratar se llaman vulgarmente balanos porque es voz que proviene de su nombre científico, que es balanus en latín, por la sencilla razón de que estos bichos recuerdan a un balano masculino y cualquier otro circunloquio que queramos buscar nos llevará siempre a este jocoso parecido. Así, a los autores más púdicos les gusta describirlos como «pequeños volcanes» o «diminutos castilletes», mientras que otros más «lenguaraces» se empeñan en llamarlos bellotas de mar, sin reparar en que la botánica define la bellota como el fruto en glande de la encina y otras fagáceas y que en ciencia se llama así porque recuerda a un glande humano ¿Y qué es el glande, oiga? Pues la palabra glande es, según el diccionario de esas cosas, un sinónimo de balano que expresa la parte extrema del pene. Y balanitis su inflamación clínica, ¿queda claro? 268 Marzo


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