se permitió acoger al ilustre escritor Miguel de Cervantes Saavedra. De muy conocidos y reconocidos escritores, cabe destacar a José Zorrilla y a Miguel Delibes, quien en una de sus obras más conocidas, El hereje, hizo una descripción detallada de las calles de la ciudad antigua y de su campo y huerta circundante en el siglo xvi. Cualquiera que hasta allí viaje se encontrará con una ciudad moderna, capital de su provincia, cargada de la historia que destila de sus estatuas y de sus magníficos edificios. Será para él visita obligada, entre otras, la de la plaza de Zorrilla, en cuyo centro la estatua de ese reconocido poeta y dramaturgo español y pucelano del siglo xix se erige altiva, observando desde su alta peana el discurrir cotidiano de sus convecinos. En ese lugar, un precioso y gran jardín la escolta, y uno de sus lados lo cierra un magnífico edificio de principios del siglo xx, que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Es la Academia de Caballería, legado de la arquitectura monumental e historicista de aquel primer cuarto de siglo. Su fachada, de enorme majestuosidad 106 / Revista Ejército n.º 935 • marzo 2019 y belleza, destaca sobre el conjunto del total de la plaza, y por su ancha acera pasean a diario miles de personas. Justo delante de la puerta principal del edificio una estatua se alza solemne, orgullosa, callada. Se compone de un plinto trapezoidal de granito sobre el que se levanta un apiñado grupo en bronce de varios jinetes que cabalgan al galope, con carácter. Lucen uniformes y distintivos de diversas épocas de la caballería Academia de Caballería española. Es de tan bella factura que sorprende la extraordinaria caracterización de los caballeros y de sus impetuosos corceles. La sensación de movimiento que transmite el conjunto es, simplemente, asombrosa. El fragor que imprimen los caballos al galope y el gesto profundamente concentrado de los jinetes impacta al espectador, que no duda en reconocer el digno interés por mantener vivo el recuerdo del heroísmo del arma de caballería. En su base de cuatro lados figura una frase en cada uno de ellos: «Por la patria», «Por el Honor», «Por la Gloria» y, en el frontal, «El Arma de Caballería al Regimiento Cazadores de Alcántara // 1657-1702-1773-1808-1921». La obra, del genial escultor Mariano Benlliure, fue inaugurada en 1931 y
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