Pero la daa también puede ser necesaria en el resto de los escenarios. Los rpas de menores prestaciones y los slow movers pueden actuar en cualquier ambiente, incluidas las operaciones de apoyo a autoridades civiles y las de ayuda humanitaria y, sin duda, serán una constante en entornos con población civil. En un conflicto asimétrico, un adversario insurgente o irregular Clasificación de los rpas (OTAN) tipo Daesh puede tener acceso a rpas poco sofisticados y utilizarlos para distintos fines, más o menos letales. Junto a ellos, puede igualmente hacer uso de otras amenazas sencillas pero peligrosas, como los cohetes tipo Katiusha empleados por Hizbulá, así como medios más convencionales, propios o de naciones afines (proxy). ANÁLISIS DE LAS CAPACIDADES ACTUALES Y NECESARIAS Las hipótesis presentadas aconsejan disponer de capacidades antiaéreas que permitan hacer frente a cualquier componente de la amenaza, en cualquier escenario, mediante una defensa por capas con sistemas de armas complementarios. El análisis de necesidades debe abordarse con visión de futuro, tratando de aprovechar los avances tecnológicos, pero con realismo, asumiendo la continuidad de sistemas actualmente de dotación en el Ejército de Tierra que son operativamente útiles. Prototipo del vehículo lanzador MISTRAL «JABALÍ» (foto MBDA) 42 / Revista Ejército n.º 935 • marzo 2019
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