y de reforzar la aaa de las brigadas en caso necesario. Además, el maaa está preparado para activar los puestos de mando de aaa y contribuir a los elementos de defensa aérea y gestión del espacio aéreo (ADE/ASME) de las dos divisiones orgánicas mediante las planas mayores operativas de sus regimientos 71 y 73, y de Cuerpo o lcc con el cgmaaa. LIDERAZGO 2035 Y CAMBIO DE MENTALIDAD El salto cualitativo que supone la «Fuerza 2035» no puede limitarse a los materiales, la orgánica, la doctrina o la organización para el combate, siendo necesario también un cambio en la mentalidad de las personas que deben protagonizarlo. La tecnología permite facilitar o automatizar procesos (detección, identificación y seguimiento en el ciclo de daa), pero el componente humano es insustituible en el planeamiento y la decisión (empeño), por lo que operadores, oficiales tácticos y jefes de equipo y unidad deben ser capaces de actuar siempre conforme al propósito de la misión. Se entra así en el terreno del Mission Command y el Liderazgo 2035, que exigen más iniciativa, responsabilidad, 46 / Revista Ejército n.º 935 • marzo 2019 confianza y capacidad de decisión en todos los ámbitos, mayor motivación, comunicación y una cualificación técnica y ética más sólida. Se abre también el debate sobre la conveniencia de mantener la daa como parte de la función de combate «Protección» o si, por el contrario, debería volver a ser una función específica o incluirse en la función de combate «Fuegos», como en algunos de nuestros ejércitos aliados. La evolución de la amenaza y la complejidad del combate futuro pueden aconsejar este cambio, que podría contribuir a mejorar su integración y su coordinación con el resto de las actividades de la fuerza terrestre. CONCLUSIONES La amenaza aérea que se puede esperar contra la fuerza operativa terrestre será cada día más variada y tecnológicamente avanzada, con preponderancia de helicópteros y sistemas no tripulados, pero sin que se pueda descartar la presencia de aeronaves de ala fija. Concepto de «combate en red» Frente a ella, la «Fuerza 2035» necesita sistemas de armas y elementos de mando y control dotados de los máximos avances tecnológicos disponibles, capaces de funcionar en red y de organizarse operativamente con flexibilidad. Junto a las capacidades que mantienen su vigencia operativa (MISTRAL, NASAMS, PATRIOT y cañones 35/90), resulta necesario dotarse de un Sistema de misil antiaéreo de altas prestaciones (sam-ap) para la media cota. Ante el crecimiento exponencial de la amenaza rpas, es además necesario contar en la «Fuerza 2035» con una defensa c-rpas lss, no solo con nuevos sistemas, sino también desarrollando tácticas y procedimientos de empleo e integración con el resto de la daa. La designación del maaa como unidad de referencia para la preparación (urp) en esta actividad en el ámbito de futer debe permitir avanzar en este campo. El impulso tecnológico de la iniciativa 2035 debe ser también marco para el desarrollo del nuevo concepto «coaaas 2035», un sistema de mando y control polivalente que integre todos los sistemas antiaéreos y sensores bajo el concepto de combate en red y permita la creación de
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