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RGM_276_3_abril_2019

TEMAS PROFESIONALES Con independencia del grado de intensidad del conflicto, la ventaja competitiva en el futuro la proporcionará un concepto de espacio de combate digital y totalmente integrado. La proliferación de sensores digitalizados de todo tipo a muy bajo coste en el mercado civil conducirá a un campo de batalla saturado de captadores de información digital en red que, a su vez, generarán una ingente cantidad de datos digitales que proporcionarán una visión de alta granularidad de las situaciones estratégica y tácticas. Ningún operador humano podría gestionar semejante carga de información; será la tecnología (19) la que permitirá procesar y distribuir automáticamente ese volumen de información y presentarla en forma de realidad virtual y aumentada, holográfica o simplemente en pantalla y distribuirla a todos los usuarios del espacio de batalla integrado. El desarrollo del llamado Internet de las Cosas (20) abre la posibilidad de que el diálogo e intercambio de información sea automáticamente entre máquina-máquina sin que un operador humano esté en el lazo. Esta situación, dejando al lado las consideraciones éticas que pudiese plantear, será algo inevitable; no es realista pensar que habrá siempre un operador supervisando lo que ocurra en el ciberespacio y en las interfaces entre el ciberespacio y el dominio físico, sobre todo si tenemos en cuenta que el tempo del campo de batalla será más acelerado (21), con tiempos de reacción cada vez más reducidos y un espacio más congestionado, con la consiguiente saturación de los operadores humanos. La gestión óptima del futuro espacio de combate integrado —que será posible por la explotación de la ingente cantidad de datos disponibles procedentes de la información integrada y fusionada de todos los sensores y de la asignación de todos los recursos en el teatro y, en concreto, la capacidad de concentrar la potencia de fuego de distintas plataformas en el punto— requerirá de redes complejas capaces de distribuir datos tácticos en tiempo real. Esta capacidad no es algo totalmente nuevo, ya que existe la posibilidad de que, por ejemplo, una dirección de tiro dispare sus misiles antiaéreos con información de los sensores de otra plataforma terrestre, naval o aérea geográficamente alejada, pero la futura capacidad se extenderá en profundidad a todo el espacio de combate integrado. A medida que se implemente la (19) Big Data. (20) Internet of Things, IoT. (21) La hipervelocidad será sin duda alguna uno de los atributos de las próximas generaciones de sistemas de armas. Esto significará menor tiempo de reacción, más sobrecarga en los sistemas automáticos de gestión, un nuevo dinamismo en el espacio de operaciones y cada vez menos intervención humana. 500 Abril


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