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TEMAS PROFESIONALES guerra; para él la naturaleza de la guerra era lo inmutable, lo que se mantiene constante, lo permanente de esta actividad humana a lo largo de la historia, mientras que el carácter se refería a lo cambiante en cada época, es decir, lo que define cómo la guerra ha mutado a través de los siglos; y es evidente que la tecnología es uno de los factores, aunque no el único, que determina el carácter de los conflictos en los diferentes momentos de la historia. La naturaleza de la guerra en el futuro seguirá siendo inmutable, como lo ha sido siempre, básicamente una confrontación de voluntades; pero su carácter está experimentando cambios radicales, profundos e irreversibles que, como veremos, son consecuencia, por un lado, del nuevo escenario geoestratégico y geopolítico que se está perfilando, y por el otro, de la profunda revolución tecnológica en la que estamos inmersos. El carácter (3) de la guerra siempre se ha correspondido con la época histórica en la que ha tenido lugar y, como tal, ha sido el fiel reflejo de los cambios sociales, políticos, tecnológicos e industriales del momento. Las guerras en el período preindustrial y agrícola reproducían la estructura de aquellas sociedades; las napoleónicas fueron el reflejo de la transición a la era industrial y a la transformación de los Estados, que permitieron la movilización de grandes ejércitos uniformados con tácticas unificadas y armamento estandarizado, logística incipiente organizada y grandes flotas con buques de línea normalizados; todo ello respaldado por una amplia producción industrial (4) y por el aparato burocrático de los Estados. Poder militar y naval empezaba a ser sinónimo de poder industrial, económico y tecnológico. Durante la Primera Guerra Mundial vemos que la Revolución Industrial ya está fuertemente enraizada en Europa y se aplica al conflicto en toda su dimensión: tanques, aeroplanos, submarinos y las flotas de acorazados como símbolo del poder industrial; es la primera contienda tecnológica, científica e industrial (5). Pero la Segunda Guerra Mundial fue el vivo exponente de la producción industrial en masa y, sobre todo, de la movilización de la ciencia aplicada y la innovación tecnológica a gran escala (6). La Guerra Fría no se libró en los campos de batalla ni en los océanos; fue un conflicto incruento basado en la carrera tecnológica entre las dos grandes (3) Sir Hew Strachan, profesor de Historia de la Guerra en Oxford, establece la misma diferencia entre ambos términos equivalentes en inglés. En estas reflexiones, trataré de adoptar el mismo criterio. (4) No olvidemos, por ejemplo, que la fundición de hierro en los altos hornos fue esencial para suministrar la artillería a las enormes flotas en el siglo XVIII. (5) Lo cual, paradójicamente, no evitó que toda una generación de los países más avanzados del mundo se sacrificase en una larga y cruenta guerra de trincheras. (6) El Proyecto Manhattan es el mejor ejemplo de la movilización de recursos científicos y uno de los mayores esfuerzos tecnológicos de la historia. 486 Abril


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