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Drakkar. de las actuales tierras de Dinamarca, Suecia y Noruega, llamados vikingos. Fueron unos grandes navegantes que en sus tiempos, sobre todo entre los siglos VII y X, se hicieron los dueños de los mares y las cuencas fluviales, llegando a muy lejanas tierras a través del Atlántico, el Mediterráneo, el Báltico y los principales ríos de toda Europa. El nombre de drakar proviene de la transformación de un antiguo vocablo usado para citar a los dragones, ya que las embarcaciones en cuestión solía poner en sus proas, en lo alto de los caperoles, mascarones de terribles dragones, con los que causaban el pánico de sus enemigos y de sus presas, tanto en la mar como en tierra cuando atacaban pueblos y aldeas costeras en plan de rapiña. Aquellos mascarones de temibles seres con las fauces abiertas y en posición de ataque eran desmontables. Los barcos no los llevaban a la vista cuando navegaban por aguas propias o amigas para no invocar los malos espíritus, y al llegar a sus puertos eran desembarcados. Drakares eran los que en su momento aparecieron por las costas gallegas, desembarcaron en lugares como Catoira, donde llevaron a cabo diversas tropelías, a la vez que sembraron el pánico entre las gentes ribereñas. En el sello aparece un drakar visto por babor, con un mascarón de dragón a proa y volutas a popa. Navega a remos y vela, recibiendo el viento de popa. Muestra escudos desplegados por el costado, y parte de los remeros van protegidos de las inclemencias del tiempo por una lona o algo parecido. A la izquierda abajo muestra un objeto con un par de cuernos, que la fantasía, la iconografía y la fábula han aplicado a los vikingos, que, al menos que yo sepa, de cornudos tenían más bien poco. Carabela La carabela era una embarcación ligera a vela usada por España y Portugal en los siglos XV y XVI. Era un barco estrecho y alargado que no llegaba a los 30 m de eslora, con tres mástiles y aparejo redondo —velas cuadras—, o aparejo latino —velas triangulares—. Tenía una sola cubierta corrida y otra pequeña cubierta a popa o tolda. Era un barco maniobrero y apto para exploraciones y descubrimientos, ya que podía transportar carga, y por su pequeño calado estaba capacitado para navegar por aguas someras y restringidas. Carabelas fueron la Pinta y la Niña, que acompañaron a Cristóbal Colón en el viaje del descubrimiento de América en 1492. LA MAR EN LA FILATELIA Carabela. 772 Mayo


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