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RUMBO A LA VIDA MARINA calcárea y, por tanto, inane, muerta. Y por eso, cuando crecen tienen que hacerlo en etapas porque deben cambiar su coraza por otra nueva del tamaño adecuado para caber dentro, al igual que nosotros tenemos que cambiar de zapatos cuando nos crece el pie o aumentar una talla del pantalón cuando engordamos porque no cabemos en dichas prendas. Por el contrario, desde los peces hasta el mamífero humano, el esqueleto es interno y vivo y crece al mismo tiempo que el cuerpo, formando parte intrínseca y perdurable de él. Y esa es la razón por la que solo tenemos que cambiarnos lo que nos ponemos encima (como la coraza de los cangrejos). El tamaño de los vertebrados, pues, es, teóricamente, ilimitado. La conquista de este esqueleto vivo y la de los pulmones a partir del pez que se hizo terrestre abrió las puertas del secano a la evolución de los animales que incluimos en la rama evolutiva de los deuterostomados. Por otra parte, los artrópodos, y dentro de ellos los crustáceos, culminaron y cerraron la otra vía, la de los protostomados. ¿Os acordáis? El momento de la muda o ecdisis es muy peligroso para los crustáceos. En ese trance, el cangrejo se apalanca contra unas rocas, tira con fuerza, se abre por en medio y se desprende de su estuche, quedando su cuerpo desnudo, blando, sin protección, expuesto a la voracidad de los depredadores. Presa del El cangrejo ermitaño busca doble protección, la de su propia armadura y la añadida por una caracola vacía, en cuyo interior guarda agua que le permite seguir respirando por branquias en lo seco. (Foto del autor). 666 Mayo


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