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EL GENERAL MARTÍNEZ CAMPOS ACABA CON EL CANTÓN... 227 No obstante de los escasos medios disponibles para poder realizar una eficaz defensa de la ciudad, se ordenó instalar las pocas piezas de artillería de que disponían (una quincena y todas ellas de campaña y de 75 mm o incluso de calibres menores) en los puntos más estratégicos de la ciudad, como las citadas Puertas del Cuarte, a cuyas torres consiguieron subir varias piezas Krupp. De igual manera, distribuyeron sus aproximadamente 3.000 hombres (voluntarios y fuerzas de infantería y de carabineros unidos a la sublevación) en dos columnas volantes, mandadas por los dirigentes Cabalote y Plaza, y reforzadas con dos piezas de artillería rodada, con sus correspondientes servidores, que situaron en los puntos estratégicos y entradas de la ciudad, donde se construyeron barricadas y parapetos con sacos terrenos, muebles, carromatos, etc., mientras que la Junta (y al igual que se haría en Cartagena pocos días después), y para evitar posibles deserciones, prohibía que salieran de la ciudad los varones en edad militar y con posibilidades de combatir. Sobre las operaciones de defensa de la ciudad de Valencia, el periódico “El Cantón Murciano” (y en su número 13, del domingo 3 de agosto), proporcionó una interesante información, al parecer aportada por un viajero que consiguió salir de la ciudad el viernes 1 de agosto y que había presenciado los hechos personalmente. En esta “Crónica”, titulada “Valencia triunfará”, se decía, entre otras cosas, lo siguiente: “El diputado Lluch con el batallón de que es comandante, defiende el Parque, Pascual Carles también diputado y hermano del presidente de la Junta de guerra, alma del movimiento, ocupa con el suyo la Plaza de Toros y ferrocarril. El diputado Cririvella desde Catarroja preside y dirige las fuerzas de los pueblos inmediatos. Pedo Barrien les dirige con algunos otros todos los asuntos que no pertenecen a guerra. De estas fuerzas parten retenes que defienden la puerta de San Vicente, la aduana, el Banco de España, que guarda una compañía de Lluch, y por tanto es falso haya sido robado y algunos otros puntos. La Torre de Cuarte se guarneció con dos cañones, al mando de un sargento de artillería, y el recinto exterior se defendió por tres puntos, fortificados cada uno por seis cañones colocados en triángulo. Estos trabajos duraron todo el día 29 y todo el 30 y al terminar este segundo día, se hizo una salida para inutilizar el grueso de la columna sitiadora, que no pudiendo resistir el empuje por su mala posición y por hallarse además, envueltos los soldados en fuego de los labradores del mismo terreno que pisaban, escondidos en los cañaverales, recibió órdenes de correrse hacia Torrente, trazando así casi un semicírculo. Allí esperaba Martínez Campos a Villacampa, y se detuvo con intención de empezar a tomar posiciones para fijar las piezas de sitio (…)”. Revista de Historia Militar, 125 (2019), pp. 227-264. ISSN: 0482-5748


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