25 aniversario del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo El aniversario de una unidad es siempre un momento que invita al balance y a la reflexión, particularmente en lo que se refiere a la evaluación de los resultados obtenidos y los objetivos alcanzados. En este sentido, se debe considerar que el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo vio la luz en un momento en el que el Ejército del Aire ya contaba con recorrido suficiente para haber conocido cambios significativos en los modos de acción y en el concepto de empleo, cambios de los que la creación del EADA es uno de sus mayores exponentes. De hecho, su puesta en marcha supuso el desarrollo de un nuevo concepto de unidad, con capacidades y elementos desarrollados para apoyar el despliegue de unidades de fuerzas aéreas en el exterior. Este nuevo modelo era necesario para poder atender las misiones asignadas a las Fuerzas Armadas como consecuencia de la integración de España en organizaciones internacionales de seguridad y defensa. De esta forma, el EADA se convirtió de facto en un elemento posibilitador del despliegue de fuerza, que ha facilitado la incorporación de todas las unidades del Ejército del Aire en la estructura de la fuerza aérea expedicionaria. En muy poco tiempo, el EADA se convirtió en un referente que despertó el interés de otras fuerzas amigas y aliadas. Su éxito se debió en gran medida a que la unidad fue pionera en la integración de las capacidades de apoyo al transporte aéreo militar ya existentes en la EATAM con otras nuevas, como las de protección de la fuerza, la defensa NBQR, la defensa aérea de corto alcance basada en superficie y el establecimiento de instalaciones de base de carácter temporal. En cualquier caso, el prestigio alcanzado no puede atribuirse exclusivamente al acierto en la definición de las capacidades asignadas a la unidad, sino también, y de una forma muy destacada, a la forma en cómo dichas capacidades se han ido poniendo en práctica a lo largo de estos veinticinco años en muchos rincones del mundo como los Balcanes, Afganistán, Kuwait, Indonesia, Chad, Senegal, Gabón, Mauritania, los países bálticos y otros. Esta prestigiosa puesta en acción de las capacidades asignadas a la unidad por todo el mundo se debe, sin ninguna duda, a su personal, que es singular y reconocido por todos los compañeros del Ejército del Aire por su entrega, orientación al servicio y un elevado sentido de pertenencia. Herederos del espíritu aviador de los zapadores paracaidistas, los miembros del EADA comparten una manera de servir y actuar y tienen una vocación global que aglutina a componentes de todos los cuerpos y especialidades. La forja de este carácter no ha sido sin sacrificios, pues al enorme esfuerzo que implica servir en esta unidad se une la terrible pérdida de 14 de sus componentes desde su creación. El alto precio pagado hace a los componentes de la unidad más fuertes en su compromiso de servicio y fieles representantes del espíritu definido por su lema «Obviam primus». José Luis Figuero Aguilar General del Ejército del Aire Director del Gabinete Técnico de la SEGENPOL 25.º aniversario EADA REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2019 443
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