Page 47

RAA_884

25º aniversario EADA ses, lituanos, franceses, húngaros, alemanes, italianos y turcos. Dos meses después, se confirmó la noticia: el destacamento se desactivaba y sus medios y equipos serían redesplegados a Herat, para continuar operando desde allí. Por ello, además de continuar con sus labores diarias en KAIA, el personal del EADA no solo empezó a preparar el repliegue sino que, coincidiendo con el inicio de la proyección de las fuerzas españolas al oeste de Afganistán en abril, también participó de forma activa en las operaciones de despliegue del nuevo contingente español, ya que en esos momentos, las condiciones de la pista en Herat no permitían que pudiera ser empleada por los Antonov. Finalmente, el 30 de junio de 2005, tras más de 3 intensos e inolvidables años operando desde KAIA, el último miembro del EADA dejaba Kabul, rumbo a Zaragoza. El destacamento en KAIA ya formaba parte de la historia del EADA y del EA. LIBERTAD DURADERA: BAGRAM Y GÉMINIS La participación de España en las acciones emprendidas por la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo no se limitó exclusivamente a ISAF, y también se extendió a la operación Libertad Duradera dirigida por Estados Unidos. En el marco de esta operación, el Ejército del Aire desplegó dos destacamentos en los que se integró personal del EADA: el destacamento de la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue (UMAD) en Bagram y el Destacamento Géminis en Kirguistán. Tras un complicado vuelo desde Zaragoza, que requirió una escala de varias horas en Kuwait después de una toma frustrada por meteo, la noche del 2 de febrero de 2002 aterrizaban en la base de Bagram el personal y el material del destacamento de la UMAD a bordo de dos aviones C-17 de la USAF. Situada a 50 km al norte de Kabul, Bagram ha sido la principal base de operaciones de las fuerzas estadounidenses desde que estas se encuentran presentes en Afganistán. Encuadrado en el Mando Componente Terrestre de la Coalición, el destacamento de la UMAD tenía como misión principal la asistencia sanitaria a las fuerzas participantes en la operación Libertad Duradera, teniendo como misión secundaria la ayuda humanitaria a la población civil afgana, proporcionando asistencia médica. Compuesto inicialmente por un grupo de militares se conformaba, como no podía ser de otra forma, en torno a personal médico-sanitario de todas las especialidades requeridas para aportar las capacidades ofrecidas, articulándose en cinco módulos (médico, quirúrgico, aeroevacuación, farmacia y veterinaria). El escenario que se encontraron los integrantes del destacamento al llegar era muy similar al ya encontrado en KAIA. Pese a todo esto, el 8 de febrero, el destacamento iniciaba su actividad sanitaria, con todas las capacidades ofrecidas (role 2+) listas para ser empleadas. Pronto la calidad de las capacidades aportadas y la profesionalidad de su personal hizo que el Spanish Hospital ocupara un lugar relevante dentro los recursos médico-sanitarios disponibles. Y así siguió siéndolo a lo largo de todo el tiempo en que desarrolló su labor en Bagram. Para ello, el destacamento se dividía en dos zonas claramente diferenciadas: la zona de servicios sanitarios y el área de vida y funcionamiento, incluyendo el CECOM y el área de mando. El contingente del EADA era el más numeroso tras el formado por el personal médico-sanitario. Además de ser responsable de impartir la instrucción básica a todos los componentes durante la fase de concentración previa al despliegue, los cometidos encomendados al EADA fueron el montaje y mantenimiento de las instalaciones de la UMAD desplegadas, así como proporcionar la protección inmediata del destacamento y la seguridad de sus componentes, incluyendo la escolta de las evacuaciones en ambulancia, si así fuera requerido. Las actividades del destacamento se extendían al exterior de la base de Bagram, donde se proporcionaba apoyo humanitario a la población civil. Manteniendo los servicios comprometidos en apoyo de la Coalición, todos los días de la semana había desplazamientos exteriores a la aldea de Bagram y los viernes a aldea de Morad-Kwaja, situada a 23 km. Además, había movimientos regulares a los hospitales de Kabul y Charikar, que se realizaban a través de un entorno cambiante y no exento de peligros. Todas estas actuaciones no habrían podido llevarse a cabo sin contar con el grado de seguridad proporcionado por el personal del EADA, tanto durante los desplazamientos como en los lugares donde estas actividades tenían lugar. Como consecuencia de la potenciación de los recursos sanitarios estadounidenses desplegados en la base de Bagram, se tomó la deci- REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2019 461


RAA_884
To see the actual publication please follow the link above