Nuestros Legionarios Actividades << UNA VIDA DE LEGIONARIO SUBTENIENTE MANUEL LUIS SANS GUERRERO Subofi cial Mayor Pascual Gutiérrez Hernández Bandera de Cuartel General El pasado 8 de marzo ha sido el último día que se le ha podido ver por la Base Álvarez de Sotomayor en activo. Una fi gura callada, de porte algo serio, parlanchín y buen custodio de los secretos (no en vano lo avalan tantísimos años en la G-2 de Brigada), con mucha Legión a sus espaldas es uno de los últimos subofi ciales procedente de la Escala Legionaria. Perteneciente a una escuela que formaba a sus subofi ciales a golpe de maniobras, ejercicios e instrucción. Ya ese bigote característico que viste dejará de pasear por La Legión. Ya ha cumplido una vida llena de trabajo y dedicación. Ya “cuelga las botas” y “entrega la cuchara”. Hace cuarenta años y seis días hacía su presentación en la Subinspección de La Legión. Era el 2 de marzo de 1979, con 18 años recién cumplidos, cuando ingresaba como caballero legionario. Comenzaba aquí una vida castrense dedicada a sus compañeros de armas y a La Legión, de la que no se separará hasta hace unos días. Alcanza el empleo de cabo el 1 de enero de 1981 y es destinado al 4º Tercio, y en menos de un año es promovido al empleo de cabo 1º. Con el ascenso a sargento pasa a la Subinspección de La Legión y en 1989 asciende a brigada y pasa al Cuartel General del Mando de La Legión en Málaga y más tarde se traslada con su unidad a Almería, pasando a prestar sus servicios en la Bandera de Cuartel General de la recién creada Brigada de La Legión, allá por el año 1995. En el año 2007 asciende al empleo de subteniente. La labor callada y constante lo ha llevado al reconocimiento de sus mandos y compañeros. A lo largo de su pertenencia en esta unidad legionaria, ha participado en distintas operaciones internacionales como Bosnia, Kósovo y tres misiones en Líbano, que le ha hecho acreedor de tres felicitaciones colectivas. Este subofi cial, con unas cualidades personales y profesionales más allá de lo exigible a un excelente cuadro de mando, ha plasmado de una forma implícita su amor por el trabajo de calidad, con el cariño y el respeto a los demás. Su lealtad, fi delidad y nobleza, le han hecho merecedor de la admiración y consideración de todos los que hemos formado junto a él. Con una trayectoria militar basada en el honor y la disciplina, ha sabido compaginar y consagrar de forma más que brillante una dedicación completa a sus dos grandes pasiones: “LA FAMILIA” y “LA LEGIÓN”. Muchas gracias Manolo, por tu ejemplo, tu humanidad, sencillez, honestidad, pero sobre todo por tenernos entre tus amigos. “Un fuerte abrazo legionario” 546 · I-2019 37 La Legión Legió
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