operación que ejemplifica a la perfección
el concepto de guerra de maniobra
del cuerpo de marines.
En Afganistán
la combinación
de las milicias
locales, apoyadas
por fuerzas
especiales con
el poder aéreo
occidental,
decidió un rápido
desplome del
poder talibán
En 2003, al inicio de la operación iraquí
Freedoom, el rápido avance sobre
Bagdad de dos divisiones, la 2.ª
Mecanizada y la 1.ª de Marines (bajo
el mando del general Mattis), dislocó
completamente la capacidad de
combate del ejército iraquí. Cuando
la prensa mundial esperaba una lenta
y costosa conquista de la capital, una
sucesión de incursiones acorazadas
puso Bagdad en manos de la coalición
18 / Revista Ejército n.º 938 • junio 2019
en tres días.
Más cercanamente, en enero de 2013,
Bamako estaba a punto de caer en
las garras de las columnas islamistas
que avanzaban desde el norte ante la
impotencia de las fuerzas malienses.
Estas, reforzadas por un pequeño
grupo de fuerzas especiales francesas
con apoyo de aviación y helicópteros,
lograron detener la progresión
de los rebeldes. Tras una rapidísima
proyección de fuerzas desde territorio
francés y unidades preposicionadas
en los vecinos Chad y Costa de
Marfil, una fuerza de entidad brigada,
constituida principalmente por unidades
ligero-acorazadas, helicópteros y
paracaidistas, reconquistó mediante
una operación relámpago el territorio
maliense y desarticuló las columnas
rebeldes.
Estos ejemplos tienen en común
una rápida y poco costosa neutralización
de las fuerzas armadas que
sostenían un Estado que amenazaba
la paz mundial o estaban a punto de
apoderarse de un Estado aliado. No
aseguraron, desde luego, una completa
estabilidad, y en el caso de los
dos primeros fueron seguidos de
largas operaciones de estabilización
que derivaron en contrainsurgencia,
pero sí eliminaron una amenaza inmediata
muy peligrosa y confinaron
el conflicto a unos límites geográficos
muy concretos. Los errores cometidos
en la estabilización inicial
deben ser corregidos. Sobre todo,
hay que recordar que la paz es un
producto de la política. Las operaciones
militares pueden eliminar la
amenaza inmediata y dejar inerme
al adversario, pero no llevarán a una
paz duradera si no vienen acompañadas
de una estrategia política inteligente
y realista.
EL PRESENTE
La inestabilidad en Oriente Medio y
África permanece, pero Occidente se
enfrenta también a otras amenazas
en Europa Oriental. Esta vez no son
solo grupos rebeldes y terroristas; el
fantasma del conflicto bélico entre
Estados vuelve a aparecer en Europa.
Puede parecer una reedición de
la Guerra Fría, pero la situación mundial
es hoy más compleja y volátil. Los
riesgos son más numerosos e imprevisibles.
La superioridad material y
El poder aéreo es fundamental para el desarrollo de las operaciones