rechazó a los enemigos por segunda
vez; hizo una salida a la hermita de Sn.
Lluc, estuvo en el ataque que dieron
los enemigos en Portbendre el día 3
de mayo del 94 …, en el que se dio a
sus Baterías el 16, subsistiendo en la
Defensa hasta la rendición de Coliubre
el 28, del propio mes …»5.
En resumen, sin haber cumplido cuatro
años de permanencia en el ejército
embarcó con su unidad rumbo al
puerto de Los Alfaques, para desde allí
marchar a Zaragoza y posteriormente
a los Pirineos, y permaneció en operaciones
de campaña hasta el 22 de julio
de 1795, que puso fin a la guerra la Paz
de Basilea, de tan triste recuerdo. En el
transcurso de este tiempo San Martín,
que había quedado prisionero de guerra
con su unidad tras la capitulación
en la ciudad costera de Colliure, fue
intercambiado y enviado a Barcelona,
y promovido a primer subteniente
el 28 de julio de 1794 y a segundo
teniente el 8 de mayo de 1795, tras
lo cual regresó de nuevo a la plaza de
Cartagena.
SAN MARTÍN INFANTE
DE MARINA
Había comenzado su segunda estancia
en Cartagena cuando entró
en contacto con la cultura francesa
adquiriendo libros y conocimientos
del idioma, como consecuencia de la
influencia que en todos los aspectos
ejerce el Tratado de San Ildefonso, y
que nos arrastrará a una nueva guerra
contra Inglaterra «debiendo cesar
desde ahora toda comunicación, trato
y comercio entre las dos naciones»6.
De estos años consta en su hoja de
servicios que «… estuvo en la fragata
de la Real Armada la Dorotea un año
y veinte y tres días, y con ella se halló
en el combate que sostuvo el día 15 de
julio del 98, contra el navío de guerra
inglés el León …». Pero tratemos con
mayor detenimiento este acontecimiento
en que se ofrece voluntario y se
le destina a la fragata Santa Dorotea
que, junto con otros buques, actuaba
sobre los corsarios para mantener la
seguridad de las rutas marítimas en el
Mediterráneo occidental.
Embarcó San Martín con tropa de
su regimiento el 24 de junio7 para la
San Martín embarcado en la fragata Santa Dorotea
campaña que tendrá una duración de
cuatro meses, y formó división al mando
68 / Revista Ejército n.º 938 • junio 2019
de Félix O’Neylle con las fragatas
Pomona, Proserpina y Santa Casilda,
que transportaban caudales y pertrechos
de Mahón al norte de África, viaje
que no estuvo exento de encuentros
con corsarios ingleses y apresamientos
en los que San Martín destacó por
su no poca pericia y riesgo. La siguiente
campaña, con la misma composición y
mando, zarpó también de Cartagena
el 9 de diciembre del mismo año con
destino a Alicante, Barcelona e islas
Baleares.
Y la que parece ser la penúltima campaña,
también con la ya citada composición
y mando, partió de Cartagena el
25 de febrero del año siguiente transportando
caudales y pertrechos a
Mallorca, y en el mes de mayo se encontraba
cargando pólvora en Tolón y,
burlando el bloqueo del puerto francés,
regresaron a Cartagena con un
corsario inglés apresado. Durante su
estancia en el puerto de Tolón coincidieron
con la expedición francesa que
se preparaba para zarpar con destino a
Egipto y de esta ocasión es la anécdota
que se cuenta de San Martín, pues al
serle presentados los oficiales, al pasar
Napoleón frente a él, le llamó la atención
«un oficial seco, y tostado, que
cargaba uniforme blanco y azul; se fue
sobre él y le leyó en el botón de la casaca
el nombre del cuerpo: ¡Murcia!»8.
El último servicio prestado por San
Martín a bordo del Santa Dorotea lo
hace tras zarpar de Cartagena el 7 de
julio con rumbo a Argel, tras sorprenderlo
una fuerte tormenta cuando regresaban
que lo desarboló y separó del
resto de los buques, y se encontraba
en esta complicada situación el 15 de
julio cuando un buque británico de 74
cañones, el Lion, lo atacó y abordó, y
lo hizo rendirse después de dos horas
de combate tras ocasionar 30 muertos
y 72 heridos, de ellos 32 graves. De los
supervivientes, la tropa fue conducida