LA VALIDEZ
DE LAS ENSEÑANZAS
DE TUCÍDIDES EN EL SIGLO xxI
Samuel MORALES MORALES
UIENES no conocen el pasado están condenados a
repetirlo», advirtió el filósofo estadounidense nacido
en España George Santayana. Por ello, historiadores,
políticos, diplomáticos, especialistas en relaciones
internacionales y periodistas expertos citan cada vez
con más frecuencia la llamada «trampa de Tucídides
», refiriéndose con ello a la tensión estructural
letal que se produce cuando una potencia nueva reta
a otra establecida, que crea las condiciones para que
estalle una guerra. La creciente rivalidad estratégica
entre China y Estados Unidos ha servido para que
este concepto haya cobrado renovada actualidad.
El ateniense Tucídides, padre de la historiografía
científica y de la escuela del realismo político, fue
el primero en describir este fenómeno en su Historia
de la Guerra del Peloponeso (siglo V a. de C.):
«Fue el ascenso de Atenas y el temor que eso inculcó en Esparta lo que hizo
que la guerra fuera inevitable». Desde entonces la expresión «la trampa de
Tucídides» hace referencia a situaciones en que una potencia global hegemónica
se enfrenta a la competencia de una emergente, terminando en la gran
mayoría de los casos en guerra entre ambas, especialmente cuando alguna
de ellas sufre divisiones internas en su sociedad, las cuales son explotadas
por aquellos que incitan contra el enemigo externo para obtener ganancias
políticas.
Tucídides estudia la influencia de la tribuna, el carácter de las asambleas
populares, la índole de los tribunales en Grecia e investiga los móviles de las
acciones humanas por el carácter de las personas o por la especial situación en
que se encuentran; de esta manera, su obra presenta otras muchas enseñanzas
en diversos órdenes, cuya potencial utilidad ya anticipó el propio autor al afirmar
que su verdadero valor consistía en que la gente pudiera usarla y entender
2019 931