A PROPÓSITO DEL ANTIGUO
CUERPO DE MAQUINISTAS
DE LA ARMADA
Manuel SÁNCHEZ-MORALEDA LÓPEZ
(RR)
AS ideas y reflexiones que siguen están extraídas,
parcialmente, del libro del que soy autor y que
figura en la bibliografía. El objetivo es dar a
conocer, y de alguna manera reivindicar, a un
Cuerpo Patentado —seguramente ignorado por la
mayoría de los actuales componentes activos de
la Armada— nacido dos siglos atrás (1850) y
suprimido a mitad del pasado (1944) a través de un
somero recorrido por las distintas fases de su existencia:
las circunstancias del inicio, las vicisitudes
de su evolución y los motivos y consecuencias de
la desaparición tras la Guerra Civil en España.
Sus integrantes, en principio considerados puramente
auxiliares y técnicos, acabaron formando un
Cuerpo Patentado militar, cuya «principal misión
es… prestar un servicio con aplicación inmediata al
combate» (1). Un servicio inédito, surgido con el
vapor, que pasó a ser esencial para la propulsión e
integridad de los barcos y su capacidad de combate.
Los maquinistas cubrieron con dignidad y buen
hacer sus obligaciones profesionales a bordo, de
una dureza irrefutable y durante un difícil período de transformación y puesta en
valor de la Armada. Y, sobre todo, sirvieron de puente o correa de transmisión
con sus sucesores, a los que legaron la mayor parte de sus funciones, cometidos y
limitaciones: la 2.ª Sección (subalternos) lo hizo para el nuevo Cuerpo de Suboficiales
(1940), y la 1.ª (oficiales) con el Cuerpo de Máquinas (1945-1982).
(1) R. D. de 14 de julio de 1929.
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