Centeno Brime J., et. al. asistencia organizada y continua para cubrir las necesidades más básicas de los pacientes. No sólo normaliza las actividades a rea-lizar sino también a qué hora realizarlas y dónde tiene que estar cada uno en cada momento. Nada queda a merced del azar ni de la improvisación. Esta forma de proceder es muy similar a la que lleva a cabo la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul que, en 1860, firma con la Administración Militar el “Re-glamento para el servicio de las Hermanas de la Caridad como auxiliares de la administración militar en los hospitales milita-res de la isla de Cuba”3, contrato oficial que otorga la exclusi-vidad de la congregación para encargarse de la administración auxiliar en todos los Hospitales Militares de la isla, y en el que se establecen el plan de actuación y las normas generales sobre las funciones de las hermanas cuando se ocupan de la enferme-ría hospitalaria. De este documento puede extraerse, en líneas generales, la distribución de funciones a horario completo y una asistencia organizada y continua a enfermos y convalecien-tes10. Hasta el momento actual no se ha encontrado estudios de in-vestigación sobre el reglamento analizado y su importancia en la enfermería militar, pero existen documentos coetáneos a la cam-paña de la guerra de África que hacen referencia a la creación de la Compañía de Obreros de Sanidad Militar y que demuestran el gran impacto de la misma en la sociedad española de ese tiem-po11, 12, 13, por la gran diferencia de la atención sanitaria entre los militares y la población civil. A mediados del siglo XIX, los en-fermos o heridos civiles que no pueden costearse una asistencia privada son atendidos por la Beneficencia, gracias a diferentes órdenes religiosas. Sin embargo, los militares tienen derecho de ser atendidos, tanto en la guerra como en la paz por el Estado, que asume esta obligación otorgando la mejor asistencia, cui-dado y convalecencia que se puede dar en aquel momento y sin escatimar en medios ni costes, hechos que quedan claramente reflejados en la Instrucción estudiada al analizar el tipo de asis-tencia que reciben os enfermos. CONCLUSIONES El documento reglamenta la realización de un servicio de ca-lidad, con tres niveles jerárquicos, y que centra la recuperación de enfermos y heridos en la dieta, higiene y convalecencia, ofre-ciendo una atención integral, tanto corporal como espiritual. Marca criterios claros de actuación y una delimitación es-tricta de responsabilidades y funciones, dejando plasmado por escrito todo lo que cada uno debe hacer en cada momento y en un servicio de 24 horas. 122 Sanid. mil. 2019; 75 (2) Se regula minuciosamente el trabajo de los enfermeros, que ejercen las labores asignables a los actuales Jefes de Enfermería y Supervisores, con una formación considerable para el momento en tareas administrativas, gestión estadística y régimen de dietas, sobre todo el enfermero mayor y el celador de sala. También se hace hincapié en las cualidades humanas que se requieren para el cuidado de enfermos y heridos, especialmente el enfermero sirviente, y la elección voluntaria de este destino. Además del cuidado al enfermo, se deja ver la organización administrativa auxiliar en un nivel básico, controlando el trabajo del personal seglar y asalariado que ya existía en las dependen-cias. Se puede afirmar, tras la perspectiva que da el tiempo, que este reglamento es un documento clave en el germen de los ini-cios de la Enfermería de Sanidad Militar. BIBLIOGRAFIA 1. Martínez Antonio FJ. Salud pública e imperio en la España isabelina (1833- 1868): el caso de la sanidad militar. Història, Ciència, Saúde-Manguinhos. 2006;13(2):439-75. 2. O’Donell. Reglamento provisional para la organización de una compañía de obreros de la administración militar. Madrid: Ministerio de la Guerra; 28 de octubre de 1859. 3. Reglamento para el servicio de las Hermanas de la Caridad, como auxiliares de la Administración Militar, en los Hospitales militares de la Isla de Cuba. La Habana: Imprenta del Gobierno y Capitanía General; 1860. 4. Ramos Oliver F. Las guerras de Marruecos. En: Martínez-Radío Garrido E, editor. Aportaciones a cinco siglos de la Historia Militar de España. XVII. Gijón: Universidad Nacional de Educación a Distancia; 2013. p. 165-85. 5. Población y Fernández A. 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