Carga de armamento en los aviones de Iberness Esta operación debilita el sistema de defensa adversario y, en cierta medida, establece un nivel inferior de riesgo para los pilotos de futuras misiones. Pero ahora, ya en el aire con su compañero en formación ofensiva, van escuchando cadenciosamente las instrucciones que, primero el centro de operaciones, pero después el sistema de defensa aérea de Iberness, con capacidad de control limitado en cierta parte del territorio de Nordia, les va dando. Se les ha asignado un grupo de cuatro aviones que proceden del suroeste a nivel medio. Según se van acercando a los adversarios sin maniobra aparente, las comunicaciones del centro de defensa aérea se intensifican hasta tal punto que casi a la distancia de maniobra que posiciona en ventaja a los aviones propios, los vectores enemigos ejecutan un giro de 180 grados. Ante esa tesitura, Isabel y su compañero persiguen a las parejas de aviones adversarios hasta los confines de la zona declarada de no vuelo manteniendo una espera volando en órbitas hasta que, el sistema de defensa les avisa de que se trataba de una operación de acoso del adversario, probablemente orientada a estresar el sistema de Iberness y comprobar su grado de disponibilidad. Ya de regreso, el control les informa de que ciertos aviones de trasporte van a llevar material a la base desplegable y que sería bueno que permanecieran cerca de la ruta de los mismos para dar protección y asegurar la movilidad aérea propia. Es cuando, al mirar a los aforadores, Isabel requiere al control que le dé vectores al tanker más próximo en retaguardia, que le permita mantener el tiempo estimado en vuelo patrullando la zona. Nada más reconfortante que recibir unos miles de libras de JP8 para saber que el combustible ya no es una preocupación en la próxima media hora; siempre que no pase nada… Fuerza Aérea disponible de Iberness 532 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2019
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