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132 FERNANDO GARCÍA SANZ atlántico como desde el Mediterráneo.38 Pero pronto, y a consecuencia, por un lado, del conocimiento alcanzado sobre la red del espionaje enemigo en España y, por otro, del cambio de circunstancias de la guerra (el inicio de las campañas submarinas en las costas españolas), casi como una secuencia natural, De Roucy se cargaría de razones para adquirir numerosas competencias y misiones, entre otras también las del contraespionaje. En principio, pues, la estructura nacía de la ampliación del funcionamiento tradicional de la información para el Estado Mayor. Es decir, el eje de la nueva misión de información — fuera el Ejército o la Marina— se centralizaba en los agregados en la Embajada de Madrid. La tradicional tarea de los representantes militares, es decir transmisión de noticias útiles a los Estados Mayores sobre el país ante el que estaban acreditados, se ampliaba en la misma medida que cambiaban también las atribuciones de los agregados. En principio, el esquema que se adoptó fue muy sencillo. En primer lugar, España quedaba dividida en «sectores» que comprendían amplios espacios de costa. El optimismo inicial condujo a crear sólo cinco grandes divisiones que se elevarían a siete en agosto de 1916, ocho en octubre, once en marzo de 1917 y hasta diecinueve en octubre del mismo año,39 cuando el sustituto de De Roucy, el capitán de fragata Aristide Bergasse Du Petit Thouars, llevó a cabo una especie de recapitulación completa del servicio, exigiendo a todos sus colaboradores un detallado informe de situación en cada uno de los sectores lo que terminó por traducirse en un último pero poderoso relanzamiento de la actividad en todos los aspectos.40 38 «vous avez modifié cadres d’une organisation qui avait été fixée» SHM, SSEA77, Telegrama cifrado, Estado Mayor de la Marina (1ª Sección) al Agregado Naval en Madrid, París, 29 de enero de 1916. 39 En origen, la cornisa cantábrica se dividía en dos sectores, Andalucía en otros dos y quedaba otro más que lo componía Cataluña. Alexandre Hanquez, militarizado con el grado de sargento, era el director de la petrolera francesa Deutsch et Cia con sede en Santander. Permaneció durante toda la guerra como responsable de este sector que, sin embargo, se fue reduciendo a medida que se fueron subdividiendo en espacios de control más concretos. Albert Laplace era suboficial de la reserva del Ejército francés destinado a la Marina para la que trabajaba como responsable del servicio de información para Andalucía occidental con sede en el 2º piso de la Plaza de la Campana nº 8 de Sevilla. Desempeñó este cometido hasta enero de 1919. Edmond-Léopold Guillemin, fue militarizado al estallar la guerra y destinado a los Talleres de Construcciones de Tarbes. Fue reclamado por la Marina militar al ministerio de la Guerra (Subsecretaría de Estado de Municiones) a finales de noviembre de 1915, para servir en España a las órdenes del Agregado Naval, dados sus conocimientos sobre este país. Como agente fue destinado a la vigilancia en la zona Málaga-Valencia para el servicio de información de la Marina y responsable del sector. Fue el inicio de las campañas submarinas de Alemania en el Mediterráneo occidental, a partir de la primavera de 1916, lo que hizo que la estructura se fuera haciendo más compleja para adaptarse a las nuevas circunstancias. 40 Bergasse Du Petit-Thouars (1872-1932), descendiente de una familia de larga tradición en la Marina, era hijo del Vicealmirante Abel Bergasse Du Petit-Thouars, héroe de la Marina Militar de Francia. Sirviendo todavía en España, fue ascendido a Capitán de Navío en septiembre de 1918. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 132-144. ISSN: 0482-5748


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