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EL FIN DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA CREACIÓN... 59 D. Premios convertidos en ahorros. El mismo EMC advertía del fracaso, hasta entonces, de la recluta de voluntarios con premio, aunque el R.D. de 10 de julio de 1913 había aumentado, de forma considerablemente, la cuantía de los premios y flexibilizado los periodos de servicio, que pasaban a ser de dos, tres o cuatro años. Había que aumentar los premios, incrementando la parte correspondiente al haber del voluntario y, si los afectados lo aceptaban, se les podría retener una cantidad en forma de prima de ahorro que se les entregaría al final del compromiso. Con la misma intención de mejorar los resultados del proceso de recluta, se propuso también la posibilidad de recurrir a una vieja práctica que, a pesar de su impopularidad y de las corruptelas que había demostrado, fue empleada en los procesos de captación de hombres para la sustitución de quintos, en especial durante las guerras en Cuba (1868–1878 y 1895–1898) y en los conflictos anteriores en tierras africanas. Se proponía pues la convocatoria de un concurso, para encargar la realización de la recluta voluntaria a una empresa particular, la cual recibiría un máximo de 300 pesetas por cada voluntario presentado y admitido. Independientemente de esta concesión, el Ministerio de la Guerra mantenía el derecho a la admisión de este tipo de voluntarios que, tal y como se había establecido en 1913, estos tendrían las mismas condiciones que los presentados por la empresa adjudicataria. Sería conveniente facilitar la repatriación de voluntarios, de origen español, reclutados en las naciones americanas y, por otra parte, modificar la legislación en lo referente a prófugos y desertores, dándoles la oportunidad de redimirse acogiéndose a la nueva legislación de reclutamiento voluntario. Se esperaba que el gasto adicional asociado a la creación de esta nueva estructura castrense, se viera justificado por su eficiencia. Aunque, en cualquier caso, sería necesario realizar algunos recortes en las cantidades asignadas a las guarniciones establecidas anteriormente en África. La opinión del Alto Comisario sobre la propuesta del EMC El informe que hemos venido analizando fue enviado al Alto Comisario de España en Marruecos a fin de que este expusiera su parecer. Dos meses más tarde llegó la respuesta en un texto firmado por Gómez Jordana el día 18 de abril de 1918. Acerca de la cuestión planteada y respecto a la conveniencia de la organización de un ejército colonial español en el norte de África, Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 59-70. ISSN: 0482-5748


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