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45 y, más adelante, enterradas en abrigos excavados por nuestros zapadores paracaidistas en donde entraba la totalidad del personal del destacamento, excepto los puestos de guardia y los operadores de transmisiones, que permanecían en sus puestos. Tras la firma del alto el fuego entre las partes el 23  de febrero de 1994 (coincidiendo con el cuadragésimo aniversario del primer lanzamiento paracaidista del Ejército de Tierra), se reorganizó el despliegue de fuerzas de UNPROFOR y por ende el de la AGT Madrid. El 2 de marzo, el comandante Miguez entregó el destacamento de Jablanica a un batallón malayo (MALBAT) y se replegó a Dracevo. El 4 de marzo se lanzó el primer transbordador al río Neretva (que ayudaría a sortear el destruido puente de Bijela), por lo que la Bandera estableció una instalación permanente allí, Bijela I, para apoyar y proteger al batallón esloveno (SLOVENBAT) encargado de la explotación del ferri. Al día siguiente se empezaron en Mostar oeste las obras de instalación de una base de patrullas de tipo compañía, aprovechando un antiguo circuito de autoescuela, y después (a partir del día 13) la base de patrullas de Mostar este, que trasladó su sede de la casa azul a un concesionario-taller de Volkswagen. El 6 de marzo se asumió la responsabilidad de controlar los checkpoints de Buna y el del puente de los aviadores en la M-17 (carretera de circunvalación de Mostar) ocupados anteriormente por las facciones contendientes, ahora redenominados Alfa y Bravo, y se establecieron puestos de observación en el monte Hum y en Kovacice, lo que permitió el control de la ciudad y el cumplimiento en ella del alto el fuego. El destacamento de Dracevo aumentó su capacidad de alojamiento, que pasó de los 49 contenedores habitáculos iniciales a 242, lo que permitió acoger a la práctica totalidad de las unidades de la Bandera más las unidades fijas citadas anteriormente, y se reforzó con medios de fortificación. Por último, el 8 de abril, en la Plaza de la Hermandad de Mostar, hoy denominada Plaza de España gracias a la AGT Madrid, la Bandera montó un punto de encuentro para que aquellas familias mostaríes que se habían visto separadas por la guerra bosnio-croata se pudieran reencontrar bajo el abrigo de unas tiendas modulares españolas. NUESTRO GRANITO DE ARENA Muchas y buenas cosas se hicieron durante los siete meses que estuvo la AGT Madrid en Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, por ser necesario simplificar el artículo, trataré de citar las más relevantes. Desde el primer momento hubo una preocupación constante por encontrar caminos que ayudasen a conseguir un alto el fuego entre las partes en conflicto, es decir, por ayudar a todos los habitantes de Bosnia-Herzegovina por igual, sin importarnos el color de su bandera o la religión que profesaban. Eso hizo que aprendiésemos a negociar y que utilizásemos la imaginación, la diplomacia, el rigor, la severidad, la flexibilidad y el sentido común como principales armas de combate. Gracias a ello durante el mes de enero, en la zona de Jablanica, se pudo reparar la línea eléctrica Konjic-Kakanj, lo que permitió restablecer el suministro al hospital de Konjic, y posteriormente la línea eléctrica entre Vrdi y Dreznica. Además, en febrero se pudo dar protección al traslado y la posterior instalación de un hospital de campaña y de una depuradora de agua en el barrio musulmán de Mostar. Durante los siete meses y medio que duró la operación se escoltaron 1157 convoyes, que sumaron 8358 vehículos los cuales transportaron 64  546 toneladas de ayuda humanitaria, se protegió a cerca de  2000 personas en sus traslados desde las cárceles, campos de concentración y hospitales insalubres donde se encontraban, se repararon puentes, carreteras y caminos, se retiraron minas y trampas explosivas diseminadas en parques y plazas de pueblos y ciudades, se establecieron las medidas de seguridad necesarias para levantar puntos de contacto en plena línea de confrontación de la ciudad de Mostar y se llevó, en fin, una luz de esperanza a un pueblo desesperado y dividido4. Todo granito de arena, por pequeño que sea, tiene un precio. Y este es muy caro en el caso de que la moneda de pago sea una vida humana. La AGT tuvo un muerto, el capitán de Ingenieros don Fernando Álvarez, y 22 heridos. Muchos aspectos referentes a los problemas logísticos y la forma de solucionarlos se han quedado en el tintero. También algunas cuestiones relacionadas con los intangibles convertidos en tangibles. Todo ello y alguna cosa más debería ser narrado en una segunda parte. Pero eso será otro día. NOTAS 1.  Carvajal, L.: De la Agrupación Táctica Madrid a SPABRI Almogávares.  https://dialnet.unirioja. es/descarga/articulo/4768519. 2.  Otiñano, J. y Bermejo, R.: Los conflictos de los Balcanes. Ministerio de Defensa, Madrid, p. 108; 2006. 3.  Torres. L.: Historia de Bosnia y Herzegovina: General Slovodan Praljak (HVO). Revista Boina Negra, núm. 293, pp. 58-61. 4. Del diario de operaciones de la Agrupación Táctica Madrid.■ Punto de encuentro en la hoy llamada Plaza de España de Mostar


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