Actividades << La Legión marcó el inicio de la prueba recordando al caballero legionario Alejandro Jiménez Cruz, uno de los suyos, uno de los nuestros, caído 4 días atrás en el trascurso de unos ejercicios tácticos. A partir de aquí vimos a las primeras autoridades desgranar el protocolo que arrastraría a la prueba a su cuenta atrás. Entre tambores de guerra, aplausos y un “speaker” desatado, nos olvidamos del tiempo, viendo como el muro de contención se rompía y la riada humana desaguaba la plaza de las Culturas, eran las 12 de la mañana, y por delante quedaban largas horas de sufrimiento y dureza... es ahí tanto los participantes como legionarios hablan el mismo idioma. También el tiempo se olvidó de nosotros y quedamos como en tablas, justo hasta que entró la última participante que llegó de su pie, justo ahí, la lluvia empezó a limpiar esa plaza tan bonita. Pero mientras tanto, los primeros niños nos regalaron llegadas dinámicas, a unos tres minutos el km, habrá que verlos dentro de unos años. El resto del extenso pelotón de cabeza, ya nos anticipaba qué nos darían los mayores, llegando con claras muestras de que lo suyo es llegar tanteando los límites, por eso el deporte nos hipnotiza. Arriba en Rostrogordo, tras meterse entre pecho y espalda la criminal cuesta del polvorín de Horcas Coloradas, el primer ciclista, Oualid Azdad, aceleraba y empujaba a la moto que le marcaba el camino, poco después rompía el arco de llegada, parando el cronógrafo en un sorprendente 2:43:39. Momentazos también nos fueron dando el resto de los ganadores por categorías, cuyos progresos seguíamos en tiempo real por la pantalla gigante de la plaza: Rubén Delgado, primer corredor, 3:27:33, Esther Castillo, primera ciclista, 3:35:18 y Cristina Gonzálvez 4:18:50, como primera corredora. Al Tercio Gran Capitán, el nuestro, le iban bien las cosas, y su equipo se proclamaba vencedor, 4:00:47, en reñido duelo con sus hermanos del IV Tercio, de Ronda, ¡pena esos 47 segundos! De los más de 3.500 inscritos, el control electrónico de salida registró a 3.009 valientes, muchos no pudieron aterrizar en Melilla a tiempo, ¡otra vez el tiempo! La verdadera esencia de la prueba está en lo que los participantes viven con La Legión que cubre la carrera, miles de pequeñas historias a golpe de zancada y pedal, animados por un legionario que ante nada se conmueve más que ante el sacrifi cio y el dolor... porque son su terreno de juego. Y eso es lo que, incansables, no paran de repetir los participantes, “solo vosotros podéis hacernos sentir así”… ya está, con esto estamos pagados. Cerramos una crónica que muchos escribieron con nombre propio, y que tantos otros como la CAM, Delegación de Gobierno, Policías Locales y Nacionales, Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja..., y un largo etc. de patrocinadores y colaboradores, han hecho posible. Las tomadas por las cámaras de la Organización se podrán ver próximamente en nuestra página web, momento que se difundirá por las redes sociales. Y para fi nalizar informamos que, en nuestro ánimo está hacer que la siguiente edición, la VIII, que enmarcaremos en el Centenario de la Fundación de La Legión, deje su rastro en la memoria colectiva de esta ciudad, y en su asentada 547 · II-2019 7 La Legión
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