con los requerimientos de consumo, persistencia, costes de ciclo de vida reducidos y empuje demandados. La cifra no es al azar: para conseguir la deseada capacidad supercrucero, el avión no deberá vencer únicamente las tradicionales resistencias inducida y parásita, sino la resistencia de onda que se genera en el transónico sin la necesidad de postcombustión. Vendría implícito en las especificaciones contar con un bajo valor de bypass que además de proporcionar los beneficios inherentes de un turbofan, le proporcionen características operacionales cercanas a las de un turborreactor puro de antaño, especialmente útiles a grandes altitudes y frente a las demandas durante el combate. SISTEMAS DE BÚSQUEDA Y SEGUIMIENTO DE OBJETIVOS De forma similar a programas plenamente vigentes en la actualidad, es de suponer que los primeros lotes del NGF estén dotados de dispositivos basados en tecnología existente en la actualidad. La hipótesis más probable es que el avión disponga desde sus inicios de un radar AESA avanzado, dotado de diferentes modos de búsqueda aire/aire -tanto BVR (beyond visual range) como ACM (air combat maneuvering)- y aire-suelo, así como un EOS (electro optical system) de dimensiones más contenidas que los dispositivos existentes en la actualidad. Los sistemas funcionarían conjuntamente, siguiendo e identificando blancos. No obstante, y yendo un paso más allá, dada la evolución tecnológica en estos campos concretos, así como la tendencia más actual seguida principalmente por Rusia en su Su-57 y China, no sería de extrañar el, además del mencionado radar AESA de funcionamiento basado en la banda X, incorporar radares adicionales basados en la banda L, previsiblemente en los bordes de ataque del ala o en ciertas zonas de la sección del morro. En la actualidad, se están investigando opciones relacionadas con una nueva tecnología: el radar cuántico, que permitiría detectar pequeños objetos aislados en el espacio incluso en un entorno con una gran componente de ruido de fondo (clutter). La resolución alcanzada permitiría detectar a grandes distancias aviones furtivos y objetos de pequeño tamaño como drones y misiles. El principio de funcionamiento es el llamado «iluminación cuántica», basado en la generación de parejas de fotones entrelazados y que comparten ciertas propiedades: uno de ellos es enviado a un objeto, mientras que el otro permanece en el emisor. El enviado, una vez impacta contra el objeto en el espacio, cambia sus propiedades. Así, al retornar al emisor, el Imágenes de un radar cuántico experimental REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Septiembre 2019 671
RAA_886
To see the actual publication please follow the link above