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V CENTENARIO DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES Y ELCANO Porque entendieron que el tratado de Alcaçovas les daba la propiedad de cualquier descubrimiento en el Atlántico, y desde luego, aseguraba su monopolio en este océano a partir del Ecuador hacia el sur, siendo los únicos europeos que lo habían conseguido hasta entonces. El proyecto de Magallanes Es bien sabido que Fernando de Magallanes expuso su proyecto de buscar una ruta hacia las islas de las especias (las míticas Molucas) al entonces rey de Portugal, Manuel I «El afortunado». Pero el monarca, apegado a la ruta portuguesa que, tras Enrique el Navegante. contornear África y el cabo de Buena Esperanza, llegaba al Índico y al Extremo Oriente, y considerándola un monopolio vedado a cualquiera que no fuera su súbdito, se negó en redondo a ello. Es comprensible que así fuera porque de triunfar en su empeño, Magallanes abriría otra ruta alternativa hacia Asia y Extremo Oriente, lo que podría causar serios problemas con España, pues desconociéndose la extensión del Pacífico, supondría la necesidad de un nuevo Tratado de Tordesillas o la inseguridad de que dicha línea meridiana dejara en uno u otro hemisferio posesiones que reclamaba Portugal. Sin hablar nuevamente del monopolio de las codiciadas especias. Ante la negativa de su rey, Magallanes acudió a Carlos I, llegando a un acuerdo para acometer la empresa en las «Capitulaciones de Valladolid» en 1518 en las que se estipulaba que no entraran en los dominios de «mi muy caro y muy amado tío y hermano ni en perjuicio suyo, salvo en los límites de nuestra demarcación». Menos recordado es que en dichas capitulaciones tomó parte el principal asesor geográfico de Magallanes, Rui Faleiro, haciéndose responsables los dos del éxito de la empresa. Pero el ya difícil carácter de Faleiro hizo que posteriormente se viera excluido de la empresa y finalmente recluido en un 2019 269


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