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sección constituyera los equipos de trabajo. Él iría en el camión verde (así pintado) con el cabo de zapadores (que servía de guía a su teniente recién llegado al territorio), el conductor civil Guzmán, el 2.º pelotón de infantería mandado por el sargento López Gil y el material de trabajo (picos y palas). En el otro camión, el rojo, irían el alférez y el resto de la sección, con el 1.er pelotón mandado por el sargento Núñez Herrera y el 3.er pelotón mandado por el cabo 1.º Ruiz Romero. Como curiosidad, me comenta el entonces cabo Antonio Naranjo León27 que en el camión verde iba subida una vaca, pero no recuerda en qué lugar la cogieron, «al estar sin dueño» en el campo. Los renqueantes vehículos del destacamento de zapadores partieron de una zona próxima a la cabila de Usugun, siguieron por la deteriorada pista que les llevó en poco tiempo a Ait Buhus, donde estaban instalados el puesto de socorro y el de municionamiento de la VI BL —la cual había comenzado su progresión al amanecer del día 7 en dirección a la cota 646, sin atacar ni ocupar la cota 552, probablemente por haber recibido rectificación por radio con orden de no hacerlo— y después alcanzaron Ait Benxerif (9850-4985) a 1 kilómetro de distancia, en la ladera oeste del macizo de cota 646, donde se encontraba desplegada la 11.a compañía 74  /  Revista Ejército n.º 942 • octubre 2019 de la bandera. Habló el teniente con los capitanes Ávalos —jefe de dicha compañía— y César28, los cuales le recomendaron no seguir adelante, pues estimaban que había enemigos y no le podían proteger. Insistió en continuar con protección de la bandera hasta enlazar con la pista a Tiugsa (el cruce estaba a 1 kilómetro de distancia) pero el comandante León Gallo, ante la obstinación del oficial, le dijo categóricamente: «teniente, limítese a cumplir la orden que le han dado por radio y que hemos oído todos »29. La orden era « … progresar a vanguardia mientras haya luz hasta enlazar con la pista de Tiugsa». ENCUENTRO CON EL ENEMIGO Sobre las 11 horas, el destacamento se encontraba parado y reunido en el camino, aproximadamente en el punto de coordenadas 9850-500030, a la altura de la línea alcanzada por la 11.a compañía legionaria y a unos 900 metros de los primeros cercados de la cabila de Tafraux Beni Aix. Asumiendo su responsabilidad, el teniente se dispuso a efectuar un reconocimiento individual a vanguardia, por lo que ordenó al alférez que desplegara con los fusiles ametralladores en el lugar donde se encontraban «para apoyar imprevistos». Acompañado del cabo de zapadores —que iba armado con Figura 4 un subfusil— se adelantó a pie a reconocer la cabila, y apareció poco después en el lugar el alférez que venía acompañado por una escuadra de fusiles ametralladores «por si pasaba algo». El resto de la sección de infantería y los dos camiones no se movieron, se quedaron en el punto del camino donde habían parado, en las inmediaciones de un cercado «aprovechando el alto para comer las latas de sardinas y las de carne “de Mérida” que les habían dado en la ración antes de salir». El teniente no percibió nada extraño en la cabila, salvo el ruido de unas gallinas en un corral, y encontró un bidón con gasolina (no era extraño porque algunos lugareños se movían en viejas motos). El alférez, con la escuadra de fusiles ametralladores, regresó junto a la sección al comprobar el teniente que no era necesaria su presencia ante la aparente falta de peligro. Desde la cabila y en dirección norte se veía a 500 metros el cruce (9880-5120) del camino que venía de Usugun por la vaguada, con la pista a Tiugsa (pista ramal sur descrita en el apartado 2), cuya reparación estaba marcaba en la orden recibida. El camino se veía en relativo buen estado, por lo que sobre las 13 horas finalizó su reconocimiento y regresó a donde estaban el resto de la sección y los vehículos para dar por terminada la


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