Octubre 2019 Ambrosio de Spínola es uno de los protagonistas principales de este libro que firma Fernando Martínez Laínez. Breda le entregó sus llaves HOY, internet apunta miles de resultados al buscar «Ambrosio de Spínola», nombre que loaron maestros, como Lope, quien ensalzó lo mucho que le «deben» los españoles. Para Quevedo, «enterraron con su cuerpo el valor y la experiencia militar de España» y, en verso, Calderón escribió: «Ese noble genovés / que si a rendirle se ofrece / estrecho el mundo parece». Además, «lo retrataron Rubens y Velázquez », indica Juan C. Domínguez en la biografía que, con otros textos sobre el general, tiene la Real Academia de la Historia en su web (www.rah.es). Otras fuentes son el catálogo colectivo virtual de la red de bibliotecas de los archivos estatales, la Biblioteca Nacional (www.bne.es) y el Museo del Prado (www.museodelprado.es). Una de las joyas de la pinacoteca es la Rendición de Breda o Las lanzas (Velázquez). «Obra maestra» que protagoniza Spínola y refleja las «extraordinarias dotes descriptivas» del pintor, su «dominio de la perspectiva aérea», «habilidad para la narración y capacidad para poner todos los elementos de un cuadro al servicio de un contenido», dice su web, que cita otras referencias, entre ellas, la Rendición de Juliers, así como la Vista caballera de la plaza de Breda y su toma, del flamenco P. Snayers. BIBLIOTECA VIRTUAL DE DEFENSA Sendas fotografías de esas dos últimas obras figuran en las búsquedas «Ambrosio de Spínola», «Guerra de Flandes» y «Breda », hechas en la Biblioteca Virtual de Defensa (www.bibliotecavirtualdefensa.es). Un apunte más es el Noui calendarij romani apologia (Roma, 1588), en latín y de la biblioteca del Real Instituto y Observatorio de la Armada. Su portada muestra la nota manuscrita «Ambrosio de Spínola», por lo que podría haberle pertenecido. Otras referencias son los museos del Ejército (Toledo) e Histórico Militar de Sevilla. El primero conserva las fotos citadas, un grabado y más de un libro, y, ambos, piezas sobre la época de Spínola: los reinados Felipe II a Felipe IV; el Camino español, que cubrió por la ruta de Saboya; y los afamados tercios, a los que lideró. CARTAS DEL GENERAL También el Archivo General Militar de Madrid (agmmadrid@et.mde.es) atesora algunas de sus cartas, organizaciones de los tercios, peticiones de fondos para la lucha en Países Bajos y la cesión del mando a su favor de las galeras que había comandado su hermano Federico, fallecido en combate. El catálogo virtual de las bibliotecas de Defensa (www.bibliodef.es) cita más de 20 obras al buscar «Ambrosio de Spínola», como la centenaria biografía de Rodríguez Villa y Menéndez y Pelayo (1893). Entre los más recientes, 2018, está el de La Esfera de los Libros y Jose I. Benavides: Spínola, capitán general de los tercios: de Ostende a Casal. Google Libros propone varios títulos. De ellos, el colaborador de la RED Fernando Mtnez. Laínez, firma, por ejemplo, Una pica en Flandes, sobre el Camino español, y Las lanzas. La senda de los tercios (I), con Spínola entre sus protagonistas. Además, la colección Adalid, del Ministerio de Defensa, incluye el título Ambrosio de Spínola, de Génova a Casale, disponible en su página web de Publicaciones (publicaciones.defensa.gob.es). Esther P. Martínez Tratado de artillería y de su forma de empleo, de Diego Ufano (1612). Lope, Quevedo, Calderón, Velázquez y Rubens inmortalizaron al noble genovés que recibieron en 1534. Entonces ya contaban con 20.000 infantes y, «cuando Felipe II 1556 recibe la corona, sus hombres se han quintuplicado y no tardarán en superar los 200.000». «Demostrarán su superioridad militar y, en la segunda mitad del XVI, se convierten en pieza esencial de la campaña de Flandes, su gloria y su tumba». La ponencia del director del centro tinerfeño reunió otros muchos referentes sobre la Europa de Spínola, pero llegados a tierras flamencas, como el propio italiano, pasamos a presentar su figura, marcada por su férrea voluntad. UN HOMBRE HONESTO Bajo el título Ambrosio de Spínola. Un genovés al servicio de España, el general González Arteaga presentó al destacado líder militar que había nacido para ser banquero y porfió al destino para ingresar en el oficio de las Armas tras los pasos de su hermano menor Federico, siempre al servicio de la Corona española, empeñando su nombre y fortuna propia. Las últimas palabras de la ponencia aludieron a este hecho: «Solo conociendo sus más íntimos pensamientos, se puede saber por qué un hombre que lo tenía todo, lo arriesgó y, finalmente, lo perdió, para combatir a las órdenes de un rey que no era el suyo. Pero su honestidad y dignidad, así como su entrega, bien merecen un reconocimiento». Y una forma de hacerlo es esbozar su historia. Nació el 21 de diciembre de 1569 en Génova, donde vivió hasta los 33 años. Primogénito de uno de los cuatro grandes apellidos de la república italiana, su destino era gestionar el legado familiar y lo hizo desde una edad temprana. Quiso afianzar el peso de los Spínola en su tierra rivalizando con los también empoderados Doria. Para ello buscó horizontes fuera de Génova, ofreció así a Felipe II (1598) armar la escuadra de Napolés. No prosperó, pero sí lo hizo el plan de su hermano, ya con prestigio en las filas hispanas. Pergeñó una acción para forzar una tregua angloespañola que aislara la rebelión flamenca. El rey lo aprobó antes de morir. Su hijo Felipe III retomó la idea, de la que hizo partícipes a su hermana Isabel Clara Eugenia y a su cuñado, el archiduque Alberto, herederos de Flandes. Por su parte, Ambrosio la financió y, con ella, BVD / Biblioteca Central Militar B DE BOOKS 64 Revista Española de Defensa cultura
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