AUGUSTO A. ALVES SALGADO Y MIGUEL CASTRO BRANDÃO El vapor español Pagasarri (3.287 t) antes de ser hundido por el U-35, el 11 de agosto de 1916, frente a Cerdeña. Este barco también hizo un viaje entre Inglaterra e Italia transportando carbón (colección Alan Hunt) tripulación –excepto el personal de máquinas, a cuyo jefe se le ordenó dar la máxima potencia–, bajo la dirección del primer oficial, ocuparon sus puestos de abandono del buque. Según un relato de la época, mientras el capitán intentaba ganar la mayor distancia posible respecto de la temible amenaza, su segundo preparaba a los pasajeros y tripulación para el caso de tener que abandonar el barco. El Machico se fue a la máxima velocidad disponible, embocando el canal que separa las islas de Lanzarote y Alegranza, para pasar el resto del día en aguas de jurisdicción española. La nave, sin embargo, emitió llamadas de socorro –en ese momento, un «aló, aló»–, alertando de que estaba siendo blanco de un ataque. Estas llamadas fueron recibidas por algunos barcos que navegaban cerca, incluyendo el correo español Isabel de Borbón. Este se dirigió al lugar del ataque, pues creería que el barco portugués no solo estaba siendo atacado, sino que también podría hundirse con las mujeres y niños que tenía a bordo. Llegó a la zona a las 16:00, naturalmente sin encontrar nada, porque el Machico había logrado escapar del UC-20, como hemos visto84. También el comandante de la zona marítima canaria ordenó enviar varios buques de guerra a la zona85. La manio- (84) NA-PRO, ADM137-4212. (85) A Capital, núm. 2251, 19 de noviembre de 1916. 72 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 146
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