Pero lo que de verdad les hace diferentes de otros héroes, lo que convierte su hazaña en más admirable desde los tiempos del conocimiento que vivimos, es la audacia con que se enfrentaron a la incertidumbre y a su propia ignorancia. Se ha querido comparar la primera vuelta al mundo con la llegada del hombre a la Luna. Y sí, ambas son fruto de la ambición de la especie humana y de la visión de unos líderes con carácter y personalidad; las dos van montadas sobre la cresta de la ola del desarrollo científico de sus épocas respectivas, una ola todavía joven en el siglo XVI, pero que ya había alcanzado la altura necesaria para tal empresa en los campos de la Astronomía, la Cartografía, el instrumental náutico o la construcción naval. Son la consecuencia del valor de unos TEMAS GENERALES pocos y de la tenacidad de muchos. Pero, reconozcámoslo, Fernando de Magallanes en el Monumento a los Neil Armstrong sabía muy Descubrimientos de Lisboa. (Foto: www.wikipedia.org). bien a lo que se enfrentaba, mientras que Magallanes y Elcano apenas podían haberlo intuido. Demostraron una audacia sin límites que, a pesar de lo que dicen los clásicos, no siempre es aliada de la fortuna, pero que sí lo fue en esta ocasión. Al menos para algunos, porque no podemos olvidar a los que nunca regresaron, a aquellos que, en la Rosa de los Vientos, se crucificaron por la España naciente en esas primeras décadas del siglo XVI y que con su sacrificio contribuyeron a forjar un Imperio en el que no se ponía el sol. La hazaña, pagada con sangre, es pues el verdadero legado y no queremos que sea estéril, un legado sobre el que se puede y se debe construir. Precisamente por eso, por la posibilidad de apoyar las causas que hoy nos importan, hemos presenciado en los últimos meses cómo algunos gobiernos, entidades locales o instituciones han tratado de sumarse a las celebraciones del V Cente- 2019 451
RGM_277_3_octubre_2019
To see the actual publication please follow the link above