TEMAS GENERALES Patio de Armas del Castillo de Ibiza. Una reflexión que viene a la mente al relatar esas maniobras es admirar el criterio de los mandos de la Armada de aquel momento que, pensando en establecer bases navales avanzadas, como otras potencias estaban haciendo ya, intentaron desarrollar o probar algo semejante en España, después del arrollador éxito habido en Alhucemas en 1925 y la admiración que suscitó España en el mundo entero. En unas maniobras navales de doble acción de toda la Flota, se puede decir que una de las partes principales era un desembarco anfibio en Ibiza, con la idea de convertir esa isla en una base naval avanzada y, posteriormente, proyectar otra fuerza de desembarco en el continente, partiendo precisamente de esa base, todo ello de acuerdo con la política naval mediterránea de España —de neutralidad armada, o de disuasión si se prefiere—, que debía contemplar las posibles ambiciones de Francia e Italia sobre las Baleares y la necesidad de recuperarlas si se perdían (4), sola o en coalición con otras potencias, y en la que España, por tratarse de territorio propio, debía empeñarse a fondo y aportar fuerzas en consonancia. Recuerda un poco al Reglamento (4) MORALES TRUEBA, Adolfo: La Marina de Guerra de la Segunda República. Ed. Actas, 2018, pp. 113-123. 2019 465
RGM_277_3_octubre_2019
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