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TEMAS GENERALES política en que se encontraba el Ejército. Y, seguramente, el motivo de la tibieza de muchas de las decisiones que se tomaron aquellos días estuvo influenciadas por esta circunstancia. Limitación de medios Alarmado por los acontecimientos, el Gobierno nombra al general Martínez Campos, el 22 de julio, capitán general de Valencia y jefe de Operaciones. Inmediatamente reúne a las fuerzas leales y se dirige a sofocar la insurrección que se había iniciado en Valencia. El 31 se hace cargo el general Salcedo, a las órdenes de aquel, de las operaciones en Murcia y Alicante. Temiéndose un desembarco de los cantonales en Alicante, se dirige allí con la tropa que logra reunir. Todavía el día 10 de agosto, la columna del general Salcedo se encuentra en Chinchilla, donde se enfrenta a una expedición de una fuerza cantonal de unos 2.000 efectivos que se dirige a Madrid. Tras derrotarlos, continúa hasta Cartagena al encuentro de Martínez Campos, que ya ha sofocado la rebelión en Valencia. El día 16 de agosto queda establecido el cuartel gubernamental en La Palma, población próxima a la plaza. En la carta (10) al ministro de la Guerra, ya mencionada, expone sus limitaciones: «Mis fuerzas y medios V. E. los conoce: poco más de 2.000 hombres, inclusos asistentes, presentados desarmados, artilleros del tren y demás bajas para combate; siete morteros, dos cañones de a 16…». En el parte reconoce que, de no ser por la desconfianza de los cantonales de enfrentar a fuerzas organizadas en campo abierto, deberían temer un asalto desde la plaza, que cuenta con una fuerza tres o cuatro veces mayor. Con esta situación es claro que no podía acometer, no ya un asalto, ni tan solo un bloqueo efectivo por tierra. Por mar, sin el dominio marítimo, también era inviable. Fuerzas cantonales: desorganización e incompetencia En la misma fecha en que Martínez Campos situaba su cuartel general en La Palma, en el londinense The Star se leía: The letters of our Correspondent who has boldly penetrated to the head-quarters of the Cantonal Insurrection in Murcia present a strange picture of order in disorder. La población, de alrededor de 30.000 habitantes en fechas previas (11), en aquel otoño quedaba reducida a algo más de un tercio. El presidio había sido (10) LÓPEZ DOMÍNGUEZ, J.: op. cit., Apéndice, p. 6. (11) Según estimaciones diversas. 2019 485


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