Page 57

RSM_75_3

Ponte Hernando, F.J., et. al. Sanz Egaña, Molina Serrano, Medina García, Cayetano López, y médicos como: Espina y Capó, Verdes Montenegro, Sayé Sempere, Hervada García, Codina Castellví, Palacios Olmedo, Gil Casares, Valdés Lambea, Álvarez Sierra y García del Real, entre otros. Fue un autor de formación amplia, dadas sus dos titulaciones, que cultivó ambas facetas con destacada solvencia, dedicando, como se ha dicho, la mayor parte de sus energías científicas y clínicas, en ambas ciencias, a la tuberculosis, salvo su notable libro dedicado al muermo en el ganado del Ejército. Sobre esta enfermedad, en 1922, el Dr. D. Eduardo Bonilla de la Vega nos explicaba la situación: El muermo es una enfermedad infecciosa de curso agudo o crónico, ordinariamente mortal, producida por un microbio (Bacillus mallei)(18), que se presenta, sobre todo, en los caballos y más rara vez en el asno, mula y macho, y puede ser transmitida por contagio natural o por inoculación al gato, perro, cabra, conejo, oveja, cavia (cobaya) y ratón de campo, y más difícilmente al cerdo. Puede contagiarse al hombre por el caballo. Dada la abundante presencia de caballos y mulos en los cuarteles de la época, la población militar, en especial los cuidadores de los équidos, estaba naturalmente expuesta a contraer esta grave enfermedad; lo que, unido al quebranto económico y operativo que suponía la pérdida de animales, constituía una seria preocupación del mando y de la Sanidad Militar. Este tema del muermo tenía grandes connotaciones comunes con la tuberculosis, en cuanto a que se practicaba el diagnóstico y tratamiento con maleína, en paralelismo total con lo que se hacía con la tuberculina. Fiel a su doble vínculo científico, Ramírez no olvidó contemplar la patología muermosa en el ser humano, tema importante por lo ya dicho. Sirva de ejemplo que Kalning el veterinario ruso que desarrolló en su laboratorio la maleína, se autoinoculó el muermo para sus experimentos y lo pagó con su vida. También reactivó la capacidad científica de sus colaboradores en veterinaria militar, aumentando el número de conferencias y publicaciones de estos en la Academia Veterinaria de la 8ª Región Militar, entre los que destacaron los jóvenes Santiago Gómez Bargo y David Fernández Novoa(19). La formación académica y continuada de los veterinarios, fue un asunto por el que siempre estuvo interesado, pues ya, en 1895, había sido presidente de la Asociación Veterinaria Navarro-Riojana( 20) que llegó hasta el ministro Bosch y Fustegueras, a quejarse: De la deficiente y absurda enseñanza veterinaria; a solicitar la reforma de los planes de estudio y la corrección de las deficiencias y abusos que se cometen en los exámenes de ingreso en casi todas las Escuelas, exigiendo un preparatorio más científico cursado y aprobado en los Institutos, según el proyecto (18)  Hoy denominado Burkholderia mallei. N. del A. (19)  De su enlace en 1921 con la señorita María de la Concepción Teijeiro Mato, sería padrino Marcelino Ramírez. Andando el tiempo fueron padres de varios hijos, entre ellos, David Fernández Teijeiro (1923-2005) General de Caballería y el ilustre triple doctor (medicina, psicología y filosofía) y académico, médico pediatra y psicólogo, querido amigo y maestro, Juan José Fernández Teijeiro (n. La Coruña, 1936), activo escritor y conferenciante afincado en Santander. N. del A. (20)  No tenemos más noticia de la actividad de esta Asociación que la que se recoge en la cita. Debió ser de vida muy breve. N. del A. 180  Sanid. mil. 2019; 75 (3) publicado en la Gaceta del día 2, de ese mes de abril de 1895, por el Director general de Instrucción Pública. Años después, con el apoyo de destacadas figuras de la veterinaria nacional, llegó a proponer, un nuevo plan de estudios y diversas categorías profesionales, a imagen y semejanza de los ingenieros agrónomos, con una carrera de grado medio (peritos entonces) y otra superior. También participó, con Gordón Ordás y Rof Codina en la génesis del fallido Instituto de Zootécnicos españoles y en los principales foros científicos de la época, incluso después de jubilado. Al ascender a coronel, en 1926, fue objeto de un gran homenaje en el céntrico restaurante modernista coruñés del «Kiosko Alfonso», por los colegios de médicos y veterinarios de Galicia por su gran implicación en pro de esta tierra, como destacó la prensa más de una vez, «mayor que la de muchos gallegos». En años sucesivos vendría a veranear a La Coruña. Etapa final Marchó destinado a Burgos donde ejerció el mando de coronel jefe de veterinaria militar de la 6.ª Región Militar, jubilándose el 2 de junio de 1928, a los 64 años, por haber cumplido la edad reglamentaria, con la máxima graduación que podía tener un veterinario militar, ya que, según el general veterinario y académico, Dr. Moreno Fernández-Caparrós: Desde 1890, en que se crea el empleo de subinspector veterinario de 1.ª clase (asimilado a coronel) hasta 1943, no existió el generalato en el Cuerpo de Veterinaria Militar. El primer coronel en acceder al generalato fue el Excmo. Sr. D. Vicente Sobreviela Monleón (1881-1958)(21). Ramírez retorna a Logroño donde ocupa, en los siguientes años, los puestos de bibliotecario del Ateneo Republicano y vicepresidente del tribunal tutelar de menores. Su villa natal de Bergasa lo declaró hijo predilecto en 1921, le dedicó la plaza mayor y el Colegio Público, que ha llevado su nombre hasta que se cerró en los años 90, yendo ahora los niños al colegio de Arnedo, y convirtiéndose en centro juvenil, que sigue llamándose Marcelino Ramírez. Instituyó, de su peculio particular, becas para estudiantes de Bergasa y contribuyó a mejorar los accesos al pueblo. A pesar de haber hecho esfuerzos en este sentido, no hemos podido conocer el papel, si lo tuvo, del ya anciano Ramírez, en Logroño, en los años de la Guerra civil. Los viejos soldados nunca mueren, simplemente se desvanecen D. Marcelino falleció en la capital riojana, a los 76 años, a las doce horas del 13 de octubre de 1940 de una uremia, secundaria a pielonefritis. (21)  Moreno Fernández-Caparrós, L.A. (2011) La veterinaria militar española. En La veterinaria a través de los tiempos. Lafuente González, J; Vela Palacio, Y. Zaragoza. P. 219. ISBN: 978-84-92569-65-6.


RSM_75_3
To see the actual publication please follow the link above