paz y quietud que se respiraba en la ciudad. Atónito por lo que había des­cubierto, envió un telegrama a Hearst solicitándole autorización para retor­nar a los Estados Unidos. Días más tarde, recibió la contestación del magnate: «Quédese en la Habana. Usted ponga los dibujos que yo pon­dré la guerra». Y eso fue justamente lo que hizo: fomentar la guerra con todo tipo de falacias. El punto álgido de sus mentiras llegó con la voladura fortui­ta del acorazado Maine en la bahía de La Habana, la noche del 15 de - paz y quietud que se respiraba en la ciudad. Atónito por lo que había des­cubierto, envió un telegrama a Hearst solicitándole autorización para retor­nar a los Estados Unidos. Días más tarde, recibió la contestación del magnate: «Quédese en la Habana. Usted ponga los dibujos que yo pon­dré la guerra». Y eso fue justamente lo que hizo: fomentar la guerra con todo tipo de falacias. El punto álgido de sus mentiras llegó con la voladura fortui­ta del acorazado Maine en la bahía de La Habana, la noche del 15 de - Las fake news no son un invento moderno. Son tan antiguas como la propia humanidad - Las fake news no son un invento moderno. Son tan antiguas como la propia humanidad - Las fake news no son un invento moderno. Son tan antiguas como la propia humanidad - El Gobierno de Washington formó una comisión para investigar lo suce­dido. Nuestro Gobierno expresó sus condolencias y pidió que la comisión fuera conjunta entre los dos países, pero la Casa Blanca se negó y se pro­hibió a los buzos españoles acercarse al barco. No obstante, las autoridades españolas abrieron su propia investi­gación, que concluyó que la detona­ción había sido interna y, por tanto, accidental. La comisión estadouni­dense dictaminó de forma fraudulen­ta que el Maine fue destruido por la expl - Las maliciosas entelequias de los periódicos de Hearts calaron en la opinión pública norteamericana. La declaración de guerra fue aprobada por el Congreso de los Estados Uni­dos. Miles de voluntarios se alistaron rápidamente para luchar en Cuba sin tener muy claros los motivos del con­flicto y desconociendo los oscuros - Las maliciosas entelequias de los periódicos de Hearts calaron en la opinión pública norteamericana. La declaración de guerra fue aprobada por el Congreso de los Estados Uni­dos. Miles de voluntarios se alistaron rápidamente para luchar en Cuba sin tener muy claros los motivos del con­flicto y desconociendo los oscuros - intereses que había detrás de la exal­tada beligerancia. - Con la guerra en ciernes, Hearst de­mostró por primera vez el poder de la prensa, capaz de influir en la política nacional e internacional y en la eco­nomía. Era un individuo sin escrúpu­los, cuyo único afán era incrementar las ventas de sus periódicos aun a costa de la vida de soldados estadou­nidenses. No le importó tergiversar la verdad, retorcerla para que resultara más espantosa y siniestra, e incluso incitar a los agentes implicados en un evento cruento con la finalidad de urdir el relato de lo aconte - Las fake news no son un invento mo­derno. Pero tampoco nacieron en las postrimerías del siglo xix. Son tan antiguas como la propia humanidad y están inextricablemente unidas al desarrollo de la civilización. Los ejem­plos a lo largo de la historia son innu­merables. Podríamos destacar, entre otros, el falso rumor que se extendió por Roma tras el voraz incendio que se inició la noche del 18 de julio del año 64 d. C. Duró cinco días; mu­rieron centenares de personas. Sobre el emperador Nerón re­cayeron las so - Las fake news son noticias fal­sas a las que se dota de un halo de veracidad con el propósi­to de que adquieran una apariencia - Las fake news son noticias fal­sas a las que se dota de un halo de veracidad con el propósi­to de que adquieran una apariencia - de noticia real, a fin de lograr enga­ñar a los potenciales destinatarios del bulo. La mentira ha existido des­de siempre, pero en la actualidad las fake news se distinguen por su rápida difusión gracias a internet y a las re­des sociales. Aunque sus metas pue­den ser muy diversas —económicas, religiosas, culturales, etc.—, es la mo­tivación ideológica la más dañina de todas, por su capacidad de influir en la opinión pública de las democracias occidentales. - La alteración de la crónica busca con­vertir la verdad en un asunto relativo, que deja de esta manera de ser objeti­va y se transforma en una cuestión fá­cil de asimilar por cualquier receptor. Además, las fake news se extienden con mayor celeridad, más lejos y con más profusión que las noticias verda­deras, como han comprobado cien­tíficos del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Los autores del estu­dio concluyen que el valor novedoso y extraordinario de las noticias falsas alienta su replicación expon - Figure - Busto de Nerón

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paz y quietud que se respiraba en la ciudad. Atónito por lo que había descubierto, envió un telegrama a Hearst solicitándole autorización para retornar a los Estados Unidos. Días más tarde, recibió la contestación del magnate: «Quédese en la Habana. Usted ponga los dibujos que yo pondré la guerra». Y eso fue justamente lo que hizo: fomentar la guerra con todo tipo de falacias. El punto álgido de sus mentiras llegó con la voladura fortuita del acorazado Maine en la bahía de La Habana, la noche del 15 de febrero de 1898. Murieron 268 oficiales y marineros. Al día siguiente, los tabloides de Hearts acusaron al Gobierno español de terrorismo de Estado y exigían al presidente McKinley una declaración de guerra contra España. Las fake news no son un invento moderno. Son tan antiguas como la propia humanidad El Gobierno de Washington formó una comisión para investigar lo sucedido. Nuestro Gobierno expresó sus condolencias y pidió que la comisión fuera conjunta entre los dos países, pero la Casa Blanca se negó y se prohibió a los buzos españoles acercarse al barco. No obstante, las autoridades españolas abrieron su propia investigación, que concluyó que la detonación había sido interna y, por tanto, accidental. La comisión estadounidense dictaminó de forma fraudulenta que el Maine fue destruido por la explosión de un torpedo submarino. Las maliciosas entelequias de los periódicos de Hearts calaron en la opinión pública norteamericana. La declaración de guerra fue aprobada por el Congreso de los Estados Unidos. Miles de voluntarios se alistaron rápidamente para luchar en Cuba sin tener muy claros los motivos del conflicto y desconociendo los oscuros intereses que había detrás de la exaltada beligerancia. Con la guerra en ciernes, Hearst demostró por primera vez el poder de la prensa, capaz de influir en la política nacional e internacional y en la economía. Era un individuo sin escrúpulos, cuyo único afán era incrementar las ventas de sus periódicos aun a costa de la vida de soldados estadounidenses. No le importó tergiversar la verdad, retorcerla para que resultara más espantosa y siniestra, e incluso incitar a los agentes implicados en un evento cruento con la finalidad de urdir el relato de lo acontecido con intención de que sus periódicos se llenaran diariamente de páginas con un fuerte componente efectista. Todo ello acompañado de mentiras y falsedades (fake news) que servían a su ideología y ambición personal. Las fake news no son un invento moderno. Pero tampoco nacieron en las postrimerías del siglo xix. Son tan antiguas como la propia humanidad y están inextricablemente unidas al desarrollo de la civilización. Los ejemplos a lo largo de la historia son innumerables. Podríamos destacar, entre otros, el falso rumor que se extendió por Roma tras el voraz incendio que se inició la noche del 18 de julio del año 64 d. C. Duró cinco días; murieron centenares de personas. Sobre el emperador Nerón recayeron las sospechas de ordenar a sus secuaces prender fuego a la ciudad con la excusa de que necesitaba un motivo de inspiración para una de sus composiciones musicales. Con el objeto de acallar las incriminaciones, Nerón culpó a los cristianos de provocar las llamas. Así, dio a la plebe la víctima propiciatoria que estaba buscando. Muchos de aquellos pobres desdichados fueron devorados por las fieras en el circo, otros perecieron crucificados y la mayoría fueron condenados a la hoguera y quemados para servir de antorchas humanas que iluminaran la noche durante la celebración de los distintos espectáculos. Las fake news son noticias falsas a las que se dota de un halo de veracidad con el propósito de que adquieran una apariencia de noticia real, a fin de lograr engañar a los potenciales destinatarios del bulo. La mentira ha existido desde siempre, pero en la actualidad las fake news se distinguen por su rápida difusión gracias a internet y a las redes sociales. Aunque sus metas pueden ser muy diversas —económicas, religiosas, culturales, etc.—, es la motivación ideológica la más dañina de todas, por su capacidad de influir en la opinión pública de las democracias occidentales. La alteración de la crónica busca convertir la verdad en un asunto relativo, que deja de esta manera de ser objetiva y se transforma en una cuestión fácil de asimilar por cualquier receptor. Además, las fake news se extienden con mayor celeridad, más lejos y con más profusión que las noticias verdaderas, como han comprobado científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Los autores del estudio concluyen que el valor novedoso y extraordinario de las noticias falsas alienta su replicación exponencial favorecida por los bots que pululan por la red de redes. Busto de Nerón 11


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