mando que de los estados mayores y órganos de dirección estratégica o po­lítica de retaguardia. El general Powell afirmaba con rotundidad el siguiente axioma de la guerra: «el jefe que está desplegado en el terreno siempre tie­ne razón y el escalón de retaguardia siempre está equivocado, mientras no se demuestre lo contrario». - Figure - Hoy el campo de batalla presenta ma­yor letalidad y una forma de operar dispersa y descentralizada que man­tiene las capacidades desplegadas en constante movimiento para concen­trarlas oportunamente. En este en­torno es imprescindible la actuación de jefes capaces de tomar decisiones buenas (aunque no sean las mejo­res) pero justificadas por el propósito y oportunas, y en toda la cadena de mando, desde el general jefe hasta el cabo de escuadra. - 3 - Afirma el general Casey, JEM del US Army, que en el entorno operativo caótico actual las personas tienden a la inacción, aturdidas por los cam­bios rápidos y las turbulencias. Y para tener éxito es clave actuar. Para ven­cer hoy necesitamos aplicar el mando orientado a la misión, porque introdu­ce otro VUCA: visión, iniciativa, com­prensión y agilidad. - «El jefe que está desplegado en el terreno siempre tiene razón y el escalón de retaguardia siempre está equivocado, mientras no se demuestre lo contrario» - «El jefe que está desplegado en el terreno siempre tiene razón y el escalón de retaguardia siempre está equivocado, mientras no se demuestre lo contrario» - El mando orientado a la misión su­pera el paradigma «decisión centra­lizada, ejecución descentralizada», y lo reemplaza por descentralizar las decisiones. Para ello es preciso dar órdenes orientadas al propósito, ha­bilitar la iniciativa de todos los esca­lones de mando y capacitar, facultar, - El mando orientado a la misión su­pera el paradigma «decisión centra­lizada, ejecución descentralizada», y lo reemplaza por descentralizar las decisiones. Para ello es preciso dar órdenes orientadas al propósito, ha­bilitar la iniciativa de todos los esca­lones de mando y capacitar, facultar, - fortalecer y dar autonomía a nuestros líderes para que actúen adaptativa y ágilmente. - La guerra no puede simplificarse me­diante la aplicación científica de la tecnología ni esta sirve para controlar el caos. No implantaremos la filosofía del mando orientado a la misión con más sistemas de mando y control ni con mejores sensores de obtención de información. - La guerra no puede simplificarse me­diante la aplicación científica de la tecnología ni esta sirve para controlar el caos. No implantaremos la filosofía del mando orientado a la misión con más sistemas de mando y control ni con mejores sensores de obtención de información. - En la Guerra Fría se desarrollaron sis­temas voluminosos y pesados, dise­ñados para vencer por atrición. Con la globalización han aparecido sistemas veloces que rompen el ciclo de inteli­gencia del enemigo. Pero nos encon­tramos ya en un nuevo paradigma, la posmodernidad, en la cual solo el ágil es capaz de adaptarse al cambio. - Dicho de otra manera: los medios tec­nológicamente avanzados proporcio­nan velocidad en el campo de batalla, pero solo el hombre es capaz de actuar con la agilidad imprescindible para prevalecer en el combate moderno. Hemos de aprovechar el progreso tec­nológico no para controlar al escalón subordinado, sino para proporcionarle la información suficiente que potencie su iniciativa y, por tanto, su agilidad. - 8 / Revista Ejército n.º 945 • diciembre 2019

Revista_Ejercito_945

mando que de los estados mayores y órganos de dirección estratégica o política de retaguardia. El general Powell afirmaba con rotundidad el siguiente axioma de la guerra: «el jefe que está desplegado en el terreno siempre tiene razón y el escalón de retaguardia siempre está equivocado, mientras no se demuestre lo contrario». Hoy el campo de batalla presenta mayor letalidad y una forma de operar dispersa y descentralizada que mantiene las capacidades desplegadas en constante movimiento para concentrarlas oportunamente3. En este entorno es imprescindible la actuación de jefes capaces de tomar decisiones buenas (aunque no sean las mejores) pero justificadas por el propósito y oportunas, y en toda la cadena de mando, desde el general jefe hasta el cabo de escuadra. Afirma el general Casey, JEM del US Army, que en el entorno operativo caótico actual las personas tienden a la inacción, aturdidas por los cambios rápidos y las turbulencias. Y para tener éxito es clave actuar. Para vencer hoy necesitamos aplicar el mando orientado a la misión, porque introduce otro VUCA: visión, iniciativa, comprensión y agilidad. «El jefe que está desplegado en el terreno siempre tiene razón y el escalón de retaguardia siempre está equivocado, mientras no se demuestre lo contrario» El mando orientado a la misión supera el paradigma «decisión centralizada, ejecución descentralizada», y lo reemplaza por descentralizar las decisiones. Para ello es preciso dar órdenes orientadas al propósito, habilitar la iniciativa de todos los escalones de mando y capacitar, facultar, fortalecer y dar autonomía a nuestros líderes para que actúen adaptativa y ágilmente. La guerra no puede simplificarse mediante la aplicación científica de la tecnología ni esta sirve para controlar el caos. No implantaremos la filosofía del mando orientado a la misión con más sistemas de mando y control ni con mejores sensores de obtención de información. En la Guerra Fría se desarrollaron sistemas voluminosos y pesados, diseñados para vencer por atrición. Con la globalización han aparecido sistemas veloces que rompen el ciclo de inteligencia del enemigo. Pero nos encontramos ya en un nuevo paradigma, la posmodernidad, en la cual solo el ágil es capaz de adaptarse al cambio. Dicho de otra manera: los medios tecnológicamente avanzados proporcionan velocidad en el campo de batalla, pero solo el hombre es capaz de actuar con la agilidad imprescindible para prevalecer en el combate moderno. Hemos de aprovechar el progreso tecnológico no para controlar al escalón subordinado, sino para proporcionarle la información suficiente que potencie su iniciativa y, por tanto, su agilidad. 8 /Revista Ejército n.º 945 • diciembre 2019


Revista_Ejercito_945
To see the actual publication please follow the link above