Figure - Decreto fundacional de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla - Decreto fundacional de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla - diciembre de 1916 Federico Beren­guer, que había ascendido a coro­nel por méritos de guerra y, a princi­pio de 1917, José Millán, destinado al Regimiento de Saboya n.º 6. Poco después, a Berenguer le fue conferi­do el mando del Saboya. En el cuar­tel del infante don Juan de Madrid coincidieron de nuevo aquellos dos amigos, dos veteranos de África. Así describe Luis Togores aquella coin­cidencia: «Los dos viejos amigos de Marruecos, de Regulares, vuelven a estar juntos…». Allí estaban desti­nados cuando Dáma - diciembre de 1916 Federico Beren­guer, que había ascendido a coro­nel por méritos de guerra y, a princi­pio de 1917, José Millán, destinado al Regimiento de Saboya n.º 6. Poco después, a Berenguer le fue conferi­do el mando del Saboya. En el cuar­tel del infante don Juan de Madrid coincidieron de nuevo aquellos dos amigos, dos veteranos de África. Así describe Luis Togores aquella coin­cidencia: «Los dos viejos amigos de Marruecos, de Regulares, vuelven a estar juntos…». Allí estaban desti­nados cuando Dáma - 11 - EL COMANDANTE MILLÁN TERREROS EN ARGELIA - El 5 de septiembre de 1919 el coman­dante Millán Terreros fue comisiona­do para viajar a Argelia y estudiar, durante 25 días, la organización y el funcionamiento de la Legión extran­jera francesa. - En el nombramiento del comandante Millán sin duda pesaron las recomen­daciones que el general Dámaso Be­renguer, entonces alto comisario de España en Marruecos, hizo al ministro Tovar. Berenguer era conocedor a tra­vés de las conversaciones con su her­mano Federico de la valía de aquel jefe a quien, por otra parte, avalaba una brillante hoja de servicios, que habla­ba y escribía con fluidez el francés y - Figure - José Millán Terreros en su juventud - que estaba considerado como uno de los militares más destacados del ejér­cito de África. Así lo afirma el profe­sor Togores, quien nos refiere aquella condición en la biografía que escribió sobre el emblemático jefe de La Le­gión: «… lo que le granjeó la fama de ser el mejor oficial de entre los desti­nados en Marruecos». - 12 - Testimonio de su aplomo era el informe que envió con 17 años mientras que con un sargento, dos cabos y 20 cazadores defendía la población de San Rafael del ataque de 2000 tagalos rebeldes: «... tengo combate desde primeras horas de esta mañana. Los insurrectos, en creciente número, han entrado en el pueblo, que está ardiendo. No necesito auxilio alguno y me encuentro contento de tener ocasión de demostrar el valor de nuestros cazadores». - Con una proporción de 100 a 1, el destacamento resistió las acometidas enemigas durante seis horas. La lle­gada de la columna del comandante Sarthou desahogó la situación y Mi­llán sería recompensado con la Cruz de María Cristina de primera clase. - Prueba de la intervención de Dámaso Berenguer en aquel nombramiento es que el comandante Millán recibió ór­denes de presentarse a él en Tetuán para recibir instrucciones. El 10 de

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Decreto fundacional de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla diciembre de 1916 Federico Berenguer, que había ascendido a coronel por méritos de guerra y, a principio de 1917, José Millán, destinado al Regimiento de Saboya n.º6. Poco después, a Berenguer le fue conferido el mando del Saboya. En el cuartel del infante don Juan de Madrid coincidieron de nuevo aquellos dos amigos, dos veteranos de África. Así describe Luis Togores aquella coincidencia: «Los dos viejos amigos de Marruecos, de Regulares, vuelven a estar juntos…»11.Allí estaban destinados cuando Dámaso Berenguer,el hermano mayor de Federico, fue nombrado ministro de la Guerra y allí permanecían meses después, cuando Dámaso partió hacia Tetuán para ocupar el cargo de alto comisario de España en Marruecos. EL COMANDANTE MILLÁN TERREROS EN ARGELIA El 5 de septiembre de 1919 el comandante Millán Terreros fue comisionado para viajar a Argelia y estudiar, durante 25 días, la organización y el funcionamiento de la Legión extranjera francesa. En el nombramiento del comandante Millán sin duda pesaron las recomendaciones que el general Dámaso Berenguer, entonces alto comisario de España en Marruecos, hizo al ministro Tovar. Berenguer era conocedor a través de las conversaciones con su hermano Federico de la valía de aquel jefe a quien, por otra parte, avalaba una brillante hoja de servicios, que hablaba y escribía con fluidez el francés y José Millán Terreros en su juventud que estaba considerado como uno de los militares más destacados del ejército de África. Así lo afirma el profesor Togores, quien nos refiere aquella condición en la biografía que escribió sobre el emblemático jefe de La Legión: «… lo que le granjeó la fama de ser el mejor oficial de entre los destinados en Marruecos»12. Testimonio de su aplomo era el informe que envió con 17 años mientras que con un sargento, dos cabos y 20 cazadores defendía la población de San Rafael del ataque de 2000 tagalos rebeldes: «... tengo combate desde primeras horas de esta mañana. Los insurrectos, en creciente número, han entrado en el pueblo, que está ardiendo. No necesito auxilio alguno y me encuentro contento de tener ocasión de demostrar el valor de nuestros cazadores». Con una proporción de 100 a 1, el destacamento resistió las acometidas enemigas durante seis horas. La llegada de la columna del comandante Sarthou desahogó la situación y Millán sería recompensado con la Cruz de María Cristina de primera clase. Prueba de la intervención de Dámaso Berenguer en aquel nombramiento es que el comandante Millán recibió órdenes de presentarse a él en Tetuán para recibir instrucciones. El 10 de 95


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