944 Opinión CEMA

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CIBER electromagnetic activities, la nueva versión de la guerra digital Me despierta la claridad de la mañana que entra con fuerza por la ventana del dormitorio, señal inequívoca de que me he dormido. Rápidamente me dirijo a la ducha maldiciéndome por no haber configurado la alarma del dichoso móvil. Entro al baño y segunda sorpresa del día, no hay luz. Aunque entra claridad del vecino dormitorio, toca ducha fría ya que la caldera precisa de la energía eléctrica para funcionar. Con un pésimo humor y poco tiempo que perder, me encamino a oscuras hacia la calle –la opción de usar mi vehículo queda descartada ya que la puerta del garaje se acciona mediante corriente eléctrica y parece que el corte afecta a todo el bloque–. Mientras me dirijo a pie hasta la cercana parada de autobuses, tiro de móvil para llamar al trabajo y avisar de que voy de camino, pero para mi sorpresa, recibo la alocución de que no hay línea. Aún a pesar de tener la cabeza pesada por la ausencia de cafeína y de la ducha reglamentaria, una extraña sensación empieza a cobrar presencia en mi cabeza, tanto corte eléctrico no puede ser casual. Sirenas de coches patrulla ululan cada poco tiempo en las calles aledañas, aumentando mi sensación de que algo no está bien. Ya en la parada de autobuses, los cariacontecidos usuarios buscando cobertura para sus móviles confirman mis sospechas de que algo grave pasa... Semejante obertura que podría resultar ideal para un guion de Hollywood o para la siguiente novela de Dan Brown, no hace sino poner de manifiesto la gran dependencia que tiene nuestra sociedad de la energía eléctrica y todas las tecnologías que la usan, representadas de forma significativa en la dependencia de los smartphones y sus múltiples funcionalidades –despertador, enlace de comunicaciones voz, aplicaciones vía Internet etc– que usamos de forma diaria y profusa. A las tradicionales dimensiones, tierra, mar, aire y espacio, se les ha unido recientemente la quinta, el ciberespacio, dimensión que es transversal a todas las anteriores y sobre la que se constituye el dominio cognitivo, pieza fundamental para crear la adecuada Situation Awarenes (SA) que todo comandante o responsable de un sistema de Mando y Control (civil o militar) precisa tener en todo momento. Finalmente, el Internet de las cosas ha posibilitado acceso remoto a cualquiera de los dispositivos de los que nos facilitan la vida cotidiana y, lo que es más peligroso, a las infraestructuras y servicios que sustentan nuestra sociedad, centrales energía/ agua, telecomunicaciones, banca etc. Tal es la demanda de conectividad a Internet, que se precisa del constante desarrollo de las tecnologías de telecomunicación –sirva como ejemplo el desarrollo de la tecnología 5G para telefonía móvil– que permitirá incrementar el número de elementos conectados por área de servicio y la velocidad de transmisión. Pero toda esta ingente demanda de servicios se enfrenta a una realidad inapelable, el medio físico usado para sustentarlos –el espectro electromagnético– es un medio finito, que podemos segmentar o multiplexar hasta un límite. Una prueba evidente que cualquier lector ha sufrido en su vida cotidiana es la constante necesidad de resintonizar los canales de televisión digital, ya que sus bandas de trabajo originales son necesarias para nuevos servicios de telecomunicaciones, lo que obliga a migrar aquellas en beneficio de éstos últimos. Un buen ejemplo será la próxima entrada en servicio de la tecnología 5G ya mencionada. Pero a buen seguro que llegados a este punto el lector ya se está preguntando que tiene que ver el espectro electromagnético (en adelante EMS, que corresponde a sus siglas en inglés) con el ciberespacio y la lucha que en él se está librando. La respuesta es sencilla, el EMS es la vía sobre la que discurre el ciberespacio ya que Miguel Antonio Castro Arjona Capitán del Ejército del Aire 944 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2019


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