PAÑOL DEL ESPAÑOL (Limpia..., fija... y da esplendor) MÁS SOBRE REDUNDANCIAS Una sonrisa es una curva que lo endereza todo. Un buen amigo, que tiene la paciencia de leer todas mis colaboraciones en la REVISTA GENERAL DE MARINA, me sugirió hace tiempo que el artículo titulado «Sobre Zonas ZAR, redundancias, pleonasmos, batologías y tautologías» que vio la luz en el número de noviembre de 2016, se merecía una secuela porque me había dejado en el tintero unas cuantas voces y expresiones que, por ser muy corrientes, merecían citarse con los mismos derechos que las que aparecen en aquellas páginas del Pañol del Español. No le quito la razón, pero tengo la tentación irrefrenable de disculparme porque siempre me impongo el deber de no sobrepasar en cada artículo las mil quinientas palabras, aunque me lo rebatió argumentando con contundencia que podría haber recurrido al mismo artificio que empleé, tiempo ha, en una serie de cinco artículos Phyllis Diller que titulé «Recomendaciones de la RAE». Permítame ahora, querido lector, hacerle caso a mi amigo, usando datos que él mismo recopiló y otros de mi propia cosecha e investigación. Para ello, imploro como nunca a la suprema paciencia de quien esto lee para que, si a bien lo tiene, revise lo que hace tres años escribí. Aunque le aseguro que no me repetiré, salvo en un par de casos que me permiten hilar ambas colaboraciones. «A mí me gusta», «yo, personalmente» Nadie discute que si bajas, vas hacia abajo. Y, si subes, lo haces para arriba. Pero, ¿cuántas veces hemos escuchado ese «¡Joshuaaaaggg, sube parribaaaa!» que 2019 793
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