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TEMAS PROFESIONALES Guerra Fría. Dato que puede ser interpretado como una confirmación de la alianza bilateral. O al menos como un paso más en esa dirección. En efecto, todo parece indicar que, cuando menos a corto plazo, China no solo no va a poner trabas a la política rusa en esas latitudes, sino que puede ser su mejor valedor. El refuerzo del poder militar ruso en la zona: una panorámica conjunta Rusia puede contar, por el momento, con la complicidad china. Pero, tal y como señalan los axiomas del realismo, las alianzas son cambiantes. Raro es que sean duraderas. Lo que no cambia es que cada Estado debe velar por sus propios intereses, en un mundo anárquico. En ese sentido, Rusia muestra un evidente celo por reforzar sus posiciones militares en el Ártico. Algunas de ellas, abandonadas tras la caída de la URSS, pero recientemente remozadas; otras, de nuevo cuño. ¿Cuáles son las razones rusas para proceder de ese modo? Hay que tener en cuenta que la ruta ártica del norte no es ninguna bagatela para Rusia (tampoco para China). Entre otras cosas, porque discurre por el estrecho de Bering, esto es, pegada a las muy estadounidenses costas de Alaska, dentro del radio de acción de los cazabombarderos de la USAF basados en ese estado. La ubicación de las bases rusas en la zona trata de blindar ese cuello de botella, generando una barrera A2/AD (Anti-Access/Area Denial), repasando toda la costa ártica hasta alcanzar la península de Kola. Recordemos que el Mando estratégico conjunto para el Ártico tiene su sede en la base naval de Severomorsk, ubicada en las cercanías de Murmansk. De ese mando dependen varios componentes: naval, terrestre y aéreo. Por una parte, Rusia está potenciando sus unidades de defensa costera, sobre todo a partir de lo que se ha definido como «brigadas árticas». Se trata de una transformación de brigadas de infantería mecanizada, que han visto readaptada su doctrina de empleo, su orgánica (uno de sus batallones será aerotransportado) y renovado su parque de vehículos (con la incorporación de abundantes TOM —Transportes Oruga de Montaña/Nieve—). Esta transición se ha implementado sobre la base de la 200.ª brigada de Péchenga (cerca de la frontera noruega) y se sabe que dos brigadas similares han seguido o están siguiendo sus pasos. A su vez, los rusos tienen planes para reforzar a esas unidades árticas mediante el empleo de sus brigadas y divisiones aerotransportadas (VDV), que operarían a modo de segundo escalón en caso de conflicto armado. Todo ello también ha sido tratado en otro trabajo, con cierto detalle, al que me remito (Baqués, 2019). Por otra parte, entre las infraestructuras árticas cuya potenciación está en curso, destacan diversas bases aéreas. La distribución rusa sigue una lógica de bases principales pegadas a la costa y bases avanzadas, empleables como 2019 735


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