vIvIDO Y CONTADO buque en esas fechas en el puerto de Bilbao no salió a la mar ni una gota de petróleo. Asimismo, en otra información sobre el tema del Prestige, se afirmaba que nunca las autoridades habían autorizado que un buque con vertidos entrase en puertos españoles. Y citaban varios casos concretos. Esto me hizo pensar en qué habría ocurrido si el Seawind II el 7 de febrero de 1990 hubiese solicitado autorización para entrar informando de su situación, y creo sinceramente, después de meditarlo a conciencia, que la respuesta habría sido negativa. Esto habría supuesto que permaneciera navegando en el golfo de Vizcaya en medio de la galerna que se sufría en la zona. Y, a la vista de la brecha que traía y el mal estado de su casco, casi con toda seguridad habría acabado vertiendo hasta 70.000 toneladas de crudo, que se habrían repartido por kilómetros y kilómetros de costas españolas y francesas. Pero yo creo que la Virgen del Carmen, nuestra Patrona, me echó un cable… y el Seawind II, una vez descargado, en lastre, habiendo dejado toda su carga en los depósitos de Petronor y ni una gota en la mar, salió de puerto arrumbando a Santander y, posteriormente, a Ferrol para restañar sus heridas. 2019 993
RGM_277_5_diciembre_2019
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