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Cruz de Tenerife, sus tropas y ciudadanos, bajo el mando del mariscal de campo Antonio Gutiérrez de Otero y Santayana, repelieron el tercer ataque lanzado por una poderosa flota británica al mando del contralmirante Horacio Nelson, que tuvo que retirarse y en la que el marino perdió un brazo. 25.195.—El Tratado de Tordesillas y la navegación oceánica El Tratado de Tordesillas, suscrito en esta ciudad castellana el 7 de junio de 1494 entre representantes de los Reyes Católicos Isabel y Fernando por parte de los reinos de Castilla y de Aragón, y los del Rey Juan II de Portugal por la otra parte, estableció el reparto del mundo sin explorar entre esas tres potencias marítimas de la época, Castilla, Aragón y Portugal. Se hizo con el establecimiento de una línea de demarcación situada 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Para poder navegar por esos inmensos espacios oceánicos, Castilla y Aragón tuvieron que abordar el estudio y desarrollo de una ciencia que lo hiciera posible. En principio, Castilla tenía que atravesar el Atlántico para llegar al Nuevo Mundo y explorar sus extensas costas. Después, en el año 1513, se ampliaría con el «Mar del Sur», el océano más extenso de la Tierra, al descubrirlo Vasco Núñez de Balboa y al que Fernando de Magallanes le cambió el nombre por el de «Océano Pacífico». El primer reto de Castilla fue abordar el desarrollo de la astronomía náutica y un conjunto de técnicas que sistematizaran los cuatro parámetros imprescindibles para conocer la situación de un buque en alta mar al perder las referencias de la costa: el rumbo, la distancia navegada, la latitud y la longitud. A finales del siglo XV, en los primeros tiempos de la navegación oceánica, el piloto, para calcular la situación del buque en alta mar, solo contaba con los tres primeros parámetros, los que podía medir con los instrumentos existentes. Estos eran la aguja magnética y el compás náutico para el rumbo; la corredera y la ampolleta (reloj de arena) para la distancia navegada y la velocidad; el astrolabio, el cuadrante astronómico y la ballestilla para medir la altura de los astros y las estrellas para calcular la latitud. La longitud había que calcularla a estima porque con exactitud no se pudo hacer hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando el relojero inglés John Harrison construyó el primer cronómetro marino de precisión, pues había que conocer la diferencia horaria entre el punto de observación y el meridiano de referencia. La Casa de la Contratación de Sevilla fue el primer organismo creado en Castilla para organizar y controlar la explotación comercial de las colonias americanas. A lo largo del siglo XVI fue incrementando sus funciones pero, ciñéndonos al tema que tratamos, hay que destacar su actividad científica y geográfica, editando importantes publicaciones de cosmografía y náutica, participando en la construcción de instrumentos náuticos y confeccionando cartografía. José Joaquín PIÑEIRO CARNEIRO General de brigada de Infantería de Marina (Retirado) MISCELÁNEAS 2019 1015


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