Tarjeta postal de la avenida Méndez Núñez en Alicante. (Colección Marcelino González). méritos fue nombrado encargado de los guardiamarinas, de los que fue instructor. En 1848 regresó a España y desembarcó en Cádiz. Pero al poco tiempo volvió a embarcar en el volador, con el que desempeñó varias comisiones por el Mediterráneo, y participó en una expedición de apoyo a la Santa Sede en Italia, mandada por el general Bustillo con tropas de Fernández de Córdoba, donde por sus méritos obtuvo la Cruz de Pío IX y las gracias de Real Orden. Ascendió a teniente de navío en 1850 y recibió el mando de la goleta Cruz, con la que viajó a la Habana llevando importantes documentos. Realizó el viaje en muy malas condiciones por el deficiente estado del barco, que gracias a su pericia pudo llegar a su destino con grandes penurias pero sin averías de consideración. Más adelante mandó el vapor Narváez y la urca Niña, estuvo destinado en la fragata Berenguela, y en 1855 fue destinado al Ministerio de Marina en Madrid, donde realizó diferentes estudios y tradujo del inglés un tratado de artillería naval. A bordo del vapor Narváez se trasladó a Filipinas, donde mandó el vapor de ruedas Jorge Juan con una dotación de 30 hombres y un solo cañón en colisa, con el que en agosto de 1860 sostuvo combates contra cinco barcos piratas de Joló tripulados por unos 300 hombres, destruyéndolos a pesar de su inferioridad artillera y de personal. En mayo de 1861 ascendió a capitán de fragata y continuó en Filipinas. Tomó el mando de la goleta de hélice Constancia y las fuerzas sutiles del sur de las Visayas, en las que se encuadraba la goleta de hélice LA MAR EN LA FILATELIA El crucero Méndez Núñez en una tarjeta postal de la colección chocolates «La Estrella». (Colección Marcelino González). 1020 Diciembre
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